En un informe publicado en su edición dominical, EL HERALDO reveló la existencia de investigaciones del Instituto Nacional de Salud (INS) a la Clínica Carriazo y la Fundación Bancosta, por presuntos implantes de córneas a extranjeros en Barranquilla, y cuán limitado es el control de las autoridades departamentales y distritales a estos procedimientos.
Roberto Baquero Haerbelin, presidente de la Sociedad Colombiana de Oftalmología (Socoftal), respondió ayer por teléfono algunos interrogantes surgidos sobre cómo opera el programa de donaciones y trasplantes, en especial de tejidos oculares, que es el capítulo en el que este gremio del sector Salud está involucrado.
¿Qué conclusiones saca, luego de leer el informe de EL HERALDO?
Hay que separar dos cosas. Uno es el tema de la donación de córneas. Tenemos una exigencia muy grande y una ley de presunción de donación, que bajo unas reglas muy claras permite obtener tejidos. La gente, lamentablemente, no ha entendido que donar es un acto de solidaridad muy grande. Lo que pasa es que esto se convierte en un show mediático, que vende mucho, de que se robaron unas córneas. Nosotros tenemos unas entidades muy serias, como Medicina Legal. De parte de la Sociedad lo único que hay es agradecimiento con Medicina Legal, por aplicar este tipo de leyes, que podamos tener tejidos que le van a servir a nuestra población.
Da pena cómo las cifras de donaciones se han bajado en el país, de una manera impresionante y pueden verse en la página de INS, y cómo cada año estamos teniendo entre 70 u 80 personas muriendo, esperando un trasplante.
Lo otro es el tema de trasplantes a extranjeros. En eso, claro, hay que respetar. Yo estoy de acuerdo, por completo, con las listas de espera. Hay que respetarlas.
¿Y los bancos de ojos?
Están siendo muy vigilados por el Invima. A veces abusan un poco de la reglamentación, pero todo lo que sea en beneficio de la claridad para manejar estos tejidos, bienvenido sea.
¿A qué se refiere con que abusan?
No, los bancos no, sino que la reglamentación que pone el Invima exige muchas cosas, pero si es para darle claridad al manejo de los tejidos, bienvenido sea que tengamos que cumplir con todas. Lo que pasa es que, a veces, ponen trabas de que debe tener un tipo de pintura, tal pared. A veces, en sí, no son necesarias, pero bienvenido sea si es por tener todo bien.
Los bancos de ojos son serios. La mayoría, los que yo conozco, son responsables. Ellos tienen una capacidad muy grande de servicio a la comunidad. Un tejido que se dona tiene una connotación muy grande, y es que el que lo da no recibe dinero, ni se cobra por el tejido, entre comillas.
¿Entre comillas?
Ese entre comillas, para que me entienda, es que si un paciente pide una córnea, no le cobran en sí. No. La córnea es absolutamente gratis. Lo que cobran es que, para poder obtener el tejido, se requiere una infraestructura muy grande porque los estándares de calidad, para poder hacer el trasplante, son gigantescos. Entonces, al donante deben hacerle exámenes de sida, sífilis, hepatitis, etcétera, para garantizar que ese tejido a trasplantar, como es anónimo, vaya en las mejores condiciones.
¿Es cierto que en 2010 el programa de Donación y Trasplantes no estaba totalmente regulado, como ha sostenido la fundación Bancosta?
La verdad, no creo mucho eso porque siempre ha estado muy claro, y siempre ha habido mucho trabajo del Invima y el Ministerio (de Salud y Protección Social).
¿Y es cierto que todos los oftalmólogos en el país han hecho trasplante de órganos a extranjeros, como afirmó el doctoCésar Carriazo? ¿A eso se refiere usted, cuando dice que al principio hubo abusos?
¿Lo de los trasplantes?
Sí, de los trasplantes.
No, no, él no puede generalizar en ese sentido. Para nada. Hay que diferenciar trasplante de órganos y de tejidos.
Por eso, me refiero solo a trasplantes de tejidos, de córneas.
Eso, de córneas. Entonces él no puede generalizar que todo el mundo lo hicimos porque eso no es así. Yo hago trasplantes y no se lo he hecho a extranjeros, desde que está la ley, porque no puedo. Instituciones como la Clínica Barraquer (Bogotá) se quejan día a día, que les ha tocado devolver pacientes extranjeros porque no tienen autorización para trasplantes. Uno no puede generalizar que todos los hicimos porque no es cierto.
¿Es cierto que en 2010, como también manifiesta Bancosta, los entes de control desconocían la normatividad para hacer cumplir con normas como el Decreto 2493, expedido en 2004?
A mí se me hace muy raro porque ahorita hay un proyecto de ley en el Senado, respecto a fomentar la donación de órganos y tejidos. La sensación que tengo es que esto es muy serio. Hay una Red nacional de Trasplantes, que la maneja el INS. Te explico: si voy a hacer una campaña de promoción a los trasplantes, tengo que tener una autorización del INS. Esto tiene mucha reglamentación.
La coordinación regional de la Red de Trasplantes nos comunicó que no pueden saber con detalle la trazabilidad del tejido rescatado. Si eso es así, ¿no estamos ante una política de salud pública en manos de privados?
Lo que conozco es que en el caso de recobrar unas córneas, sale Medicina Legal, avisa al banco de ojos, van y recogen, y estos tienen unas estadísticas. Y hay que llenar una cantidad de papeles y toda esa información se devuelve para el Instituto Nacional de Salud. Para mí eso sí tiene muchos controles. Lo que sí es cierto: si hay o hubo un abuso, y hubo trasplantes a extranjeros volándose lo que era la lista de espera, si fallaron, que haya sanciones. Eso sí es cierto. La ley es para todos.