El incremento del consumo y venta de sustancias alucinógenas en instituciones educativas públicas y privadas en el Atlántico es una realidad que preocupa a las autoridades y a los docentes.
Casos como el del Instituto Francisco de Paula Santander, de Soledad, donde se detectó que había estudiantes que expendían y otros que consumían drogas dentro del plantel educativo, es solo uno de los que se han presentado en el Departamento.
En los últimos meses, la Personería de Barranquilla ha identificado por lo menos 16 establecimientos educativos donde la Policía de Infancia y Adolescencia ha incautado sustancias alucinógenas, entre ellas las instituciones educativas Hilda Muñoz, en el barrio San Felipe, donde fueron hallados 17 gramos de bazuco, y la de Pinar del Río, donde encontraron 10 pastillas de sedatril o clonazepam, un medicamento que tiene propiedades sedantes.
De acuerdo con el personero distrital Jaime Sanjuán, la situación es 'muy preocupante', no solo en los planteles sino en los alrededores, donde han sido detectadas personas que simulan ser vendedores para expender drogas a los estudiantes.
Es necesario, dijo, que se comprometan 'la Secretaría de Educación Distrital así como del Bienestar Familiar, ya que en las diferentes diligencias que hemos hecho con la Policía de Infancia y Adolescencia, brilla por su ausencia'.
Sanjuán afirmó que el Ministerio Público y la Policía de Infancia y Adolescencia realizan un promedio de tres operativos semanales en los colegios, algunas veces por solicitud de la comunidad, otras de los rectores, y de los padres de familia.
En concepto de la defensora del pueblo regional Atlántico, Gloria Lamus, 'se necesita una intervención coordinada de todas las instituciones, especialmente de las secretarías de Educación y Salud para que haya mayor control de la situación'.
La Defensoría ha recibido denuncias de la comunidad vecina de las instituciones educativas distritales Luis Carlos Galán, sede 2 del barrio La Chinita; en La Esmeralda sede 2 y en el Centro Comunitario de Educación Básica y Media No. 187 Cívico del barrio Siete de Abril, sobre expendios de sustancias sicoactivas en los alrededores.
'Hay un caso especial de un padre de familia cuyo hijo se inició en las drogas en el colegio donde estudiaba cuando apenas tenía 12 años. Hoy el señor está desesperado porque su hijo se encuentra perdido en las drogas y en la delincuencia porque también anda armado, y solo tiene 16 años', comentó Lamus.
'Se nos metieron'. Para Carlos Prasca, secretario de Educación departamental, el problema de drogadicción en los colegios y en los alrededores crece cada vez más.
Según dijo, hay municipios como Sabanagrande, Baranoa y Luruaco, donde se vienen presentando el fenómeno del consumo y expendio de drogas, sobre todo en aquellas instituciones que están cercanas a situaciones de marginalidad.
'La venta y el consumo de drogas ha penetrado ya en nuestras instituciones educativas a través de los propios estudiantes, y frente a esto hay que fortalecer los procesos de formación'.
El docente afirmó que cuentan con un programa que se denomina ‘Atlántico competente en ciudadanía’, el cual tiene recursos de la banca internacional y con el que se han desarrollado varios procesos durante tres años que buscan prevenir el consumo de drogas en las instituciones, pero aún persiste la problemática.
'Hay casos identificados en estos municipios y en los que queremos hacer intervenciones rápidas para lograr una solución de fondo que acabe con este flagelo', sostuvo Carlos Prasca.
A su turno Dagoberto Barraza, secretario de Educación distrital, manifestó que el tema del microtráfico no está concentrado solo en los colegios, sino que es un problema nacional.
Contrario a lo señalado por la Personería, el secretario indicó que la dependencia trabajando de manera articulada con la Policía para que cualquier situación sospechosa que se presente alrededor de los colegios , informar de inmediato a la Policía para que, a través de la UPJ, individualizar, capturar y judicializar a los expendedores de drogas.
Pastillas sedantes que suelen ser comercializadas bajo restricción son conseguidas sin dificultad.
En Malambo. En municipios del área metropolitana de Barranquilla como Malambo la situación es tan delicada que en junio pasado se llevó a cabo una reunión especial del comité de seguridad para tratar el problema.
Según el alcalde Víctor Escorcia, la reunión se dio por denuncias de venta y consumo de drogas alrededor de los colegios Antonia Santos, Simón Bolívar, San Sebastián y Juan XXIII, específicamente.
Por ello comenzó un trabajo conjunto con la Policía de Infancia y Adolescencia para dar con los expendedores que rondan los planteles educativos.
Drogas y efectos. Drogas como rivotril, coquan, sedatril o clonazepam; canela (vendida para estos efectos bajo el falso nombre de tiamina), algunas en presentación en espray, entre otras, son las que más están consumiendo en el entorno escolar, según las autoridades y los testimonios de algunos escolares. Su uso se da sobre todo en edades entre los 12 y 18 años.
En ocasiones suelen acompañarlas con bebidas gaseosas.
De acuerdo con el médico toxicólogo Agustín Guerrero Salcedo, parte del problema radica es que lo que actualmente suelen usar los jóvenes son, en efecto, drogas legales y que tienen otros fines, de las cuales abusan porque las pueden adquirir con o sin receta médica pese a que algunas tienen restricciones.
Incluyen medicamentos para dormir, para la depresión, la esquizofrenia; calmantes para el dolor, el resfriado y esteroides anabolizantes, así como aerosoles, gases y disolventes. Aparte, se mantienen vigentes la marihuana, cocaína, heroína y LSD, entre otras.
Entre los efectos para la salud está la aparición de enfermedades como la hepatitis y la cirrosis, al igual que padecimientos psicológicos como depresión y psicosis; y en el aspecto social genera dificultades para mantener relaciones estables.
'Los estudios dan cuenta de que existen estudiantes de todos los niveles que las usan, unos las han probado solo una vez, otros algunas veces, y un grupo con cierta frecuencia que ha caído en usos conflictivos de los que les es difícil salir'.
Un estudiante de un colegio donde las autoridades han hallado droga comentó que el problema no es 'tan grave' como 'lo muestran los medios de comunicación', aunque sí reconoció que ha sido testigo de este comercio así como del consumo de las drogas.
'Las toman con gaseosa'
Bajo la reserva de su identidad, una docente de una escuela pública de Malambo denunció que los jóvenes están siendo objeto, en algunos casos, de intimidaciones por parte de pandillas que en el afán de disputarse zonas para comercializar y expender las drogas son abordados de manera violenta a las salidas de los colegios.
'En nuestro colegio se presentó el caso con varios jóvenes a quienes se les encontraron pastillas utilizadas en psiquiatría para controlar algunos trastornos mentales. En la confesión de uno de ellos, dijo que el medicamento había sido vendido por dos jóvenes en las afueras del colegio y había sido consumido con gaseosa'. La docente dijo que los expendedores utilizan drogas estimulantes y altamente tóxicas como pastillas, gotas y en espray para hacerlas más llamativas para los estudiantes.