Un taxista murió luego de que fuera arrastrado por las corrientes de un canal pluvial, en el barrio El Socorro, zona suroccidental de Cartagena.
El suceso ocurrió a las 3:30 de la tarde de ayer, cuando un torrencial aguacero cayó sobre la ciudad.
El conductor, identificado como Juan Cabarcas Barrios, de 52 años, puso a salvo en una acera a dos pasajeras que llevaba en su taxi, pero se lanzó al agua para tratar de recuperar los documentos de su vehículo, mas quedó atrapado en la cabina por la fuerza de las aguas.
Una camioneta de placa BPS-469, de Turbaco, también cayó en la corriente, pero su conductor se salvó luego de varios minutos de lucha contra la corriente.
Debido a la profundidad de la zona en la que quedó atrapado el taxi, fue necesaria la presencia del Cuerpo de Bomberos y de funcionarios del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, DATT, para rescatar el cuerpo del taxista y el vehículo.
El taxi, de placa UAQ-217, fue jalado, por una grúa para llevarlo hasta un parqueadero. El conductor vivía en la urbanización Villa Fany y sus familiares dijeron que llevaba unos 15 años en el oficio.
En la foto se ve al taxi casi tapado por el agua.
En Cartagena no son frecuentes estos tipos de accidentes, sin embargo, en los últimos años las crecientes de las aguas de los caños y canales han provocado graves emergencias en distintos sectores.
El comandante de Bomberos de la ciudad, Joel Barrios, dijo que el del taxista fue un caso infortunado, y que la recomendación que da es que en ningún caso traten de pasar las aguas de un caño cuando llueve y menos confiarse de las corrientes porque llevan desechos que provocan impactos mortales por la fuerza con que se mueven.
Agregó que hay que tener especial atención a los canales de los barrios Villa Rosita, El Pozón y Las Palmeras, que se desbordan y suelen provocar emergencias.
El aguacero de ayer, según los bomberos, también provocó una inundación en el jardín infantil Los Veleros, del corregimiento de Pasacaballos, y hubo necesidad de evacuar a los niños que se encontraban en ese momento.
Por Israel González