A través del proyecto Casandra, la DEA reveló nexos de narcotráfico y lavado de dinero entre la Oficina de Envigado y el grupo islamista Hezbolá, responsable por el movimiento de grandes cantidades de cocaína en los Estados Unidos y Europa.
Así lo confirmó este lunes la administración para el control de drogas de Estados Unidos (DEA) en un comunicado donde informa de la desarticulación de la red, que implica la captura de algunos miembros Organización Libanesa Hezbolá de Seguridad Externa (BAC).
'Los miembros del Hezbolá BAC han establecido relaciones de negocios con los carteles de drogas de América del Sur, como la 'Oficina de Envigado', encargados del suministro de grandes cantidades de cocaína a los mercados de Europa y Estados Unidos. Además, el Hizbulá BAC lava las ganancias de drogas como parte de un esquema de lavado de dinero conocido como el mercado negro del cambio en pesos', dice el informe.
La red global Hezbolá, fundada por el fallecido Imad Mughniyah, opera en la actualidad bajo el control de Abdallah Safieddine y Adham Tabaja, quien recientemente fue calificado terrorista por Estados Unidos.
Jack Riley, subadministrador en funciones de la DEA, resaltó que estos modelos de tráfico de drogas y lavado de dinero 'proporcionan un ingreso y para una organización terrorista internacional responsable de ataques devastadores en todo el mundo'.