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Los mercados esperan que el presidente electo de EE. UU., Joe Biden, eleve los estímulos a la economía y las ayudas a las familias, y reoriente las relaciones comerciales con China, pero temen que se vea obligado a subir los impuestos para financiar sus planes.

Biden, que tomará posesión el miércoles, avanzó el pasado jueves un nuevo plan de estímulo de 1,9 billones de dólares que contempla aumentar las ayudas directas a los ciudadanos y las prestaciones por desempleo, subir el salario mínimo y destinar recursos adicionales para luchar contra la pandemia.

Los inversores esperan que el presidente electo presente en febrero un paquete adicional de medidas que incluya inversiones en infraestructuras y energías renovables.

Biden también anunció que extenderá las restricciones a nivel nacional sobre desalojos y ejecuciones hipotecarias.  'Aproximadamente 14 millones de estadounidenses se han atrasado en el pago del alquiler y muchos pronto podrían correr el riesgo de ser desalojados', señaló.

La propuesta de estímulo fiscal incluye pagos a los ciudadanos por 1.400 dólares y un suplemento de seguro de desempleo de 400 por semana hasta septiembre. El proyecto prevé aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares por hora y estipula 350.000 millones de dólares en fondos de emergencia para gobiernos estatales y locales.

La llave, no obstante, está en el Congreso, que deberá aprobar la propuesta. Los demócratas cuentan con mayoría en ambas cámaras, pero en el Senado es tan ajustada que se prevé una dura batalla legislativa.

'Si es aprobado, EE. UU. habrá gastado más del 20% de su PIB en estímulo, frente al 6% empleado durante la Gran Recesión (2008-10)', apuntó Josh Lipsky, del centro de estudios Atlantic Council.

En sus cuatro años de mandato, Trump cumplió con las reglas tradicionales del partido republicano: reducción de impuestos y disminución de la regulación federal. Logró, además, mantener un ritmo de crecimiento en torno al 3% anual. Todo ello, sin embargo, a costa de disparar el déficit federal, que seguirá creciendo con las iniciativas desveladas por Biden.

El futuro mandatario tendrá el respaldo monetario desde la Reserva Federal (FED, banco central). El presidente de la FED, Jerome Powell, recalcó que no prevé 'pronto' un alza de tasas de interés en EE. UU. mientras se trata de recuperar la actividad. Las últimas previsiones de la FED apuntan a un crecimiento económico en 2021 del 4,2%, después de la caída del 2,4% registrada el pasado año. El banco central mantiene los intereses de referencia en torno al 0% desde marzo, cuando llevó a cabo un recorte ante la llegada de la pandemia al país. La FED descartó el riesgo de elevadas presiones inflacionarias, actualmente por debajo del objetivo anual del 2%.