Elefantes con flores pintadas en el cuerpo regaban a la gente en el comienzo este jueves de la fiesta del agua en Tailandia, para disgusto de las asociaciones de defensa de los animales que lo consideran 'una crueldad'.
En la antigua capital tailandesa, Ayutthaya, una decena de elefantes con sus adiestradores a lomos regaron de agua a las personas congregadas para celebrar Songkran, la fiesta del agua, que marca el comienzo de la temporada de las lluvias.
En Ayutthaya, conocida por sus templos en ruinas, los turistas pueden pasear en elefantes, una actividad controvertida.
Las organizaciones de defensa de los derechos de los animales afirman que estos mamíferos suelen ser víctimas de abusos cotidianos y que su docilidad es el resultado de ritos brutales.
Pintar el cuerpo de los elefantes o hacerlos bailar como se hace en Ayutthaya es una 'crueldad', denuncia Tom Taylor, de Wildlife Friend Foundation Thailand, una oenegé que salva a elefantes domésticos para intentar reintroducirlos en la naturaleza.