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Johnny Hallyday era 'una parte de nosotros mismos, una parte de Francia', dijo este sábado el presidente Emmanuel Macron durante un masivo homenaje en París para despedir a esta leyenda del rock francés.

'Este sábado de diciembre es triste, pero tenían que estar aquí por Johnny, puesto que Johnny estuvo allí por ustedes', dijo Macron delante de una multitud congregada frente a la iglesia de la Madeleine, en un último adiós al cantante fallecido el miércoles a los 74 años por un cáncer.

La esposa de Johnny, Laeticia, y sus dos hijas adoptivas, estaban en primera fila entre destacadas personalidades francesas, como el expresidente Nicolas Sarkozy y la actriz Marion Cotillard.

El rockero 'era mucho más que un cantante, era la vida', agregó Macron, acompañado de su esposa, Brigitte.

El féretro blanco, embarcado en un coche fúnebre, había llegado previamente a los Campos Elíseos, donde una marea de fans llegados de todos los rincones de Francia aguardaba para despedirse.

Una ceremonia religiosa empezó posteriormente en el interior de la iglesia de la Madeleine retransmitida en directo por televisión.