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Israel se prepara para albergar las exequias por el difunto expresidente Shimon Peres, que comenzarán hoy, en la sede del Parlamento (Kneset), donde quedará expuesto su féretro, y concluirán mañana en un funeral de Estado con presencia de decenas de dignatarios internacionales.

Al menos dieciséis jefes de Estado y cuatro jefes de Gobierno han confirmado ya su participación en la ceremonia que tendrá lugar en el Monte Herzl de Jerusalén, el mayor cementerio militar israelí y lugar de reposo de buena parte de sus dirigentes, desde Theodor Herzl, padre del sionismo y visionario del Estado judío, hasta el asesinado primer ministro Isaac Rabin.

Barack Obama, en la tarde ayer dijo que sí asistirá mañana al funeral. Sin embargo, se espera con expectación la llegada presencial del Presidente, dado la reelevancia política por el hecho de ser EEUU el mayor aliado de Israel.

'El presidente Barack Obama encabezará la delegación estadounidense a Jerusalén para participar en el funeral por el expresidente Shimon Peres', dijo la oficina presidencial en un breve comunicado.

Se sabe que la delegación la integrarán al menos el secretario de Estado, John Kerry, el expresidente Bill Clinton -principal padrino del proceso de paz de Oslo entre israelíes y palestinos- y el Gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo.

Peres murió pasadas las 2 de la madrugada del miércoles, cuando sus sistemas vitales colapsaron a raíz de un derrame cerebral que sufrió el pasado 13 de septiembre y que lo mantenía desde entonces en la unidad de cuidados intensivos en un hospital a las afueras de Tel Aviv.

El funeral

Conocido como el portavoz internacional más emblemático de Israel en las últimas dos décadas, el expresidente será objeto de un funeral de Estado con todo el andamiaje protocalario, a pesar de no estar en funciones desde 2014.

Así lo decidieron las autoridades israelíes debido a su significativo aporte a la historia del país, durante sus siete décadas de contribución política, y el talante internacional del que disfrutaba.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel tiene confirmadas la participación de unas 40 delegaciones internacionales, muchas de ellas europeas, donde tenía una imagen de luchador por la paz.

'Fue un trabajador infatigable por la solución de dos estados para que Israel pudiera vivir en paz y armonía con los palestinos, un compromiso que le valió el premio Nobel de la Paz en 1994 junto a (el entonces líder palestino) Yaser Arafat', recordó ayer desde Nueva York el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Pese a su vocación negociadora, la ausencia más notable parece ser por ahora la de representantes de alto nivel del mundo árabe, tanto de países con los que Israel tiene relaciones diplomáticas plenas (Egipto y Jordania), como la de otros que sin tenerlas han hablado abiertamente con él.