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Al menos once personas murieron en las diferentes obras con que Río de Janeiro se comprometió para los Juegos Olímpicos que organizará en agosto próximo, según un balance divulgado hoy por la Superintendencia Regional de Trabajo y Empleo de este estado brasileño.

El mayor número de muertes se registró en las excavaciones para la ampliación del metro de la ciudad, en las que murieron tres obreros, de acuerdo con el balance divulgado por el organismo regional de fiscalización del Ministerio de Trabajo.

Los números fueron divulgados cuatro días después de que el derrumbe de un tramo de una ciclovía construida como legado de los Juegos Olímpicos dejara dos muertos y un aluvión de críticas sobre la calidad, la prisa y la fiscalización de las obras.

El fuerte oleaje, según la versión oficial, provocó el desplome de un tramo de viaducto de cerca de 50 metros construido junto al mar, que había sido inaugurado el pasado enero con un coste de unos 45 millones de reales (unos 12 millones de dólares).

Las víctimas del accidente en la ciclovía no fueron incluidas en el informe debido a que el accidente se produjo tras la inauguración de la infraestructura y no durante su construcción.

Además de las tres muertes en el metro, el balance incluye dos ocurridas en el entorno del Parque Olímpico.

Las otras seis muertes ocurrieron en obras de infraestructura y de legado prometidas por Río de Janeiro para adjudicarse la organización de los Juegos Olímpicos y no en estadios, arenas u otra instalación vinculada directamente al evento olímpico.

De esa forma, las demás muertes se registraron en la construcción del Museo del Mañana, inaugurado este año, y del Museo de la Imagen y del Sonido, aún en construcción, así como en cuatro obras para mejorar el transporte en Río de Janeiro: el Elevado de Joá (un viaducto), la Transolímpica (un carril exclusivo para autobuses), la Nueva Subida de la Sierra (una carretera intermunicipal) y la Supervía (el ferrocarril urbano).

El balance divulgado incluye las muertes registradas en las fiscalizaciones realizadas por el Ministerio de Trabajo en los últimos cuatro años.

El número contrasta con el de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en cuyas obras no se registraron muertes, y supera las ocho registradas durante las obras prometidas por Brasil para el Mundial de fútbol que el país organizó en 2014, principalmente en la construcción de los estadios de las ciudades de Sao Paulo, Brasilia, Manaos y Cuiabá.

El organismo dijo haber realizado en cuatro años 260 visitas de fiscalización a las obras para los Olímpicos de Río en las que fueron redactados 1.675 autos de infracción por diferentes violaciones a la legislación laboral.

Informó igualmente que, además de los accidentes con víctimas fatales, otros dos accidentes graves dejaron heridos: un corto circuito en el Parque Olímpico y otro en la construcción de la vía exclusiva para autobuses del Transbrasil.

El superintendente de Trabajo y Empleo de Río de Janeiro, Robson Leite, atribuyó los accidentes a 'la falta de planificación y a la prisa de las constructoras para cumplir los cronogramas' de las obras.

'Los accidentes no ocurren por acaso. Ocurren por negligencia o falta de prevención. La alcaldía ha fallado en relación a la seguridad de los trabajadores', afirmó Leite.