El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, aseguró al Parlamento de su país que la prioridad es repatriar a las víctimas neerlandesas y luego llevar ante la justicia a los responsables del ataque contra el avión comercial malasio en Ucrania oriental.
'Queremos a nuestra gente de regreso a casa', afirmó Rutte ante la comisión de Asuntos Exteriores, en la que los diputados subrayaron la tristeza y la rabia que sienten ante el desastre que alguno de ellos como Sjoerd Wiemer Sjoerdsma (D66) calificó de 'crimen de guerra'.
Rutte subrayó que 'la prioridad es repatriar a Holanda y tan pronto como nos sea posible los cadáveres' de los 193 nacionales muertos en el incidente, 'antes de apuntar a los responsables'.
EEUU ha indicado que dispone de pruebas que apuntan a que un misil tierra-aire fue disparado el jueves desde el territorio ucraniano ocupado por los separatistas.
Rutte admitió ante los parlamentarios que la situación en Ucrania oriental cambia cada minuto 'y aún no hay pruebas suficientes', pero también aseguró que los servicios de inteligencia del país tienen 'fuertes evidencias' sobre las circunstancias en las que se produjo el incidente que hace cuatro días costó la vida a 298 personas.
Prorrusos bloquean investigación. Desde Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, acusó a los separatistas prorrusos de 'continuar bloqueando la investigación' sobre el siniestro, e instó a Rusia a usar su influencia para permitir una investigación 'transparente'.
'¿Qué es lo que están tratando de ocultar?', se preguntó Obama en una declaración en la Casa Blanca en la que exigió a Rusia que presione a los rebeldes para que cese la 'manipulación' de los restos, so pena de caer 'en un mayor aislamiento' respecto a la comunidad internacional.
Aseguró que los separatistas están eliminando 'evidencias' y están trasladando los cuerpos 'muchas veces sin el cuidado que se debe tener' en circunstancias tan trágicas.