Para iniciar, haga una lista de todas las actividades que realiza a diario y a partir de ahí identifique en qué horas le conviene más ver ciertas materias, con el fin de no arruinar su programación con otras actividades que también disfruta.
Sea siempre consiente de qué le va mejor, si trasnochar o madrugar, ya que esto siempre será determinante en su rendimiento académico, de tal modo que si lo que mejor le va es levantarse temprano, elija su horario en la mañana, si no, puede hacerlo en las tardes o las noches. Siempre habrá una opción.
Identifique cuotas de tiempo. Es decir, Trata de que si en un día tiene 4 0 6 horas de clase, no estén todas seguidas. Esto le ayudará a tener tiempo para prepararse antes de iniciar cada clase y lograr mayor rendimiento.
Ordenar cada una de tus clases según su importancia de acuerdo a la carrera a la que te hayas apuntado, esto fácilmente te ayudará a determinar las materias a las que debes dedicar más tiempo y a las que les debes asignar tus mejores horarios.
Revisa si estás sobresaturado o si tienes un balance adecuado de actividades y tiempos. Es lo mejor para no malpasarse en las horas de desayuno, almuerzos o meriendas, que todo sea en beneficio de tu salud y tus resultados en la universidad.
Analiza los tiempos que inviertes en otras actividades, no olvides que ir a clases requiere tiempo en el desplazamiento, de igual forma si quieres hacer ejercicio o tienes que hacer otras cosas antes de llegar a la universidad, eso hará que siempre estés a tiempo y atiendas sus obligaciones como debe ser.
Revisa si estás sobresaturado o si tienes un balance adecuado de materias en un día. Muchos estudiantes escogen sus materias para dejarse días libres en la semana, pero recuerda que lo importante siempre es tu bienestar.
No olvides reservar tiempo para actividades no académicas. Si bien esto podría parecer tiempo muerto, recuerda que pueden aliviar el estrés de algunas materias, por tanto, destinar tiempo para compartir con amigos no estaría mal.





















