Bullying, una conducta que no da tregua en las aulas

El acoso escolar, bullying o matoneo, es la compleja y para nada fácil situación que sufre un niño o adolescente en múltiples entornos escolares ocasionando daños psicológicos y físicos de manera reiterativa por parte de otro niño o adolescente o incluso, un grupo de ellos.

Este martes 2 de mayo se conmemora el Día Internacional en contra del Bullying o Acoso Escolar, una iniciativa que tiene el objetivo de concientizar a docentes, estudiantes y padres de familia, sobre los altos riegos que pueden llegar a provocar estas prácticas.

De igual manera, esta conmemoración busca crear y fortalecer mecanismos para evitar estas prácticas que anualmente acaban con miles de vida en todo el mundo, colocándose así en top tres de las problemáticas más presentes en la niñez y adolescencia.

En el patio del colegio, los baños, el salón de clases, los pasillos, a la entrada y salida del plantel educativo, entre otros lugares, suelen ser los más frecuentes en los que se lleva a cabo el matoneo.

A lo largo de los años, académicos, psicólogos, sociólogos, entre otros profesionales relacionados en el área, han realizado estudios sobre las principales causas, consecuencias y daños, entre otros aspectos. Sin embargo, el factor más común es la falta de empatía que tiene el acosador.

Otra de las principales causas puede llegar a ser que el acosador en su pasado haya sido víctima de matoneo y ante la primera posibilidad de estar en el otro lado, lo hará sin pensarlo dos veces.

De igual manera, los problemas sociales o familiares pueden tener influencia para que un niño o joven se convierta en un acosador y esto se puede generar por la insatisfacción personal, sentirse excluido en determinado grupo y síntomas de inseguridad.

Ante las principales causas tiene esta práctica, el plantel educativo juega un papel fundamental en realizar acciones que prevengan y eliminen el matoneo para llegar a tener un ambiente escolar sano en el que prime el conocimiento y la convivencia.

'Muchos compañeros veían lo que pasaba y hacían como si nada. Al comienzo yo no le dije nada a mis papás, pero después me di cuenta que los insultos iban aumentando y fue cuando les conté'.

Por su parte, la madre del menor relata el difícil momento que vivió junto a su pequeño al enterarse del constante abuso.

'Primero fui a hablar con la directiva de la institución y los profesores, esperé que pasara un tiempo, pero la situación con mi hijo no mejoraba y decidí entonces retirarlo de esa institución. Realmente, no vi un apoyo por parte del colegio, me sentí desamparada con mi hijo, espero que no le pase a ningún padre o madre de familia'.

Actualmente, Mateo* se siente augusto con sus compañeros que conoció este año, al punto de que ya tiene amigos con los que comparte el recreo hablando y jugando. Incluso, las calificaciones mejoraron este año tras haber cambiado de ambiente.

Las instituciones educativas de Barranquilla y el Atlántico, no están exentas padecer este tipo de situaciones que día a día instituciones, organizaciones y entidades cívicas y educativas, luchan por erradicar.

Mateo*, es un niño barranquillero de once años, cursa actualmente sexto grado en una institución de la ciudad y el panorama actual es muy diferente a lo que tuvo que padecer en otra institución mientras cursaba quinto de primaria.

'El año pasado cuando estaba estudiando quinto en otro colegio, tenía unos compañeros en mi salón que durante las clases me colocaban apodos, y eso me hacía sentir muy mal, no quería ir a clases porque todos los días era lo mismo. Yo le colocaba las quejas al profesor, pero no los regañaba fuerte y ellos seguían', sostuvo el menor.

Para él, gran parte de su año escolar fue una verdadera tortura y sus demás compañeros terminaron por normalizar el acoso dentro del salón de clases.

Yeidis Espinosa, docente de bachillerato, explica desde su experiencia como formador este comportamiento abusivo que llegan a tener niños y jóvenes en las instituciones.

'Se ha demostrado que hay una intención de hacer sentí mal al otro y esto se da porque son niños que vienen de familias donde no prevalecen los valores, no tienen límites, que han sido maltratados, abusados o que han visto la violencia en su familia, son niños que están en una disfuncionalidad familiar en ciertos aspectos'

Para Espinosa, la falta de elementos claves pueden facilitar el acoso escolar.

'El bullying termina estructurándose alrededor de elementos que generan mayor facilidad para que se dé. Como es el caso de una manual de convivencia, si existen los mecanismos y hay una socialización permanente del manual, es un punto a favor, en caso contrario es un terreno abonado para que estos niños hagan y deshagan'.

Finalmente, el docente agregó: 'Actualmente (el bullying) se puede manejar por redes sociales, le escriben al niño amenazándole, tratan de humillarlo, (…) eso trae efectos bastante preocupantes sobre la víctima, en unos niveles en los que daña la autoestima y puede terminar en un suicidio'.

Por su parte, la psicóloga María Pilar González, la confianza entre los niños y jóvenes con sus padres es fundamental para actuar con rapidez ante un caso de matoneo.

'Es importante que los niños y jóvenes tengan mucha confianza con sus padres para que le comenten desde el primer momento que están siendo víctima de acoso escolar y así los padres puedan actuar para evitar mayores repercusiones que pueden afectar la integridad del menor durante su crecimiento'.

La psicóloga afirma que las instituciones deben darle prioridad a este tema para evitar que niños y adolescente padezcan daños a lo largo de su vida.

'Las instituciones deben darle toda la prioridad del caso a este problema que en muchas ocasiones se intenta minimizar. Los docentes deben acompañar a los estudiantes, generarles confianza y estar al tanto ante cualquier situación de acoso'.