
Precios controlados de medicinas
El presidente Santos ha dado un paso en la dirección correcta al anunciar que 334 medicamentos más tendrán control de precios. También es una buena noticia la ampliación de los tratamientos incluidos en el Plan Obligatorio de Salud.
El anuncio que hizo ayer el presidente Santos, de que 334 medicamentos más quedarán bajo control de precios, pone en evidencia un hecho elemental y, al mismo tiempo, de extraordinaria trascendencia: que, pese a la doctrina liberal que ha imperado en medio mundo durante las últimas décadas, hay precios que se pueden –y se deben– controlar, sin que por ello se ponga en riesgo la sociedad de libre mercado.
Con la decisión de ayer, son ya más de 540 los medicamentos que Santos ha declarado bajo control desde que llegó al Gobierno. Lo novedoso de este nuevo anuncio es que los productos incorporados a la lista (para tratar gastritis, diabetes, esquizofrenia, infecciones, etc.) se expenden regularmente en farmacias y droguerías, a diferencia de los que se incluyeron en la anterior oleada, que se venden en hospitales y EPS. Por lo tanto, es previsible que los ciudadanos sientan esta vez de manera más directa el impacto positivo de la medida para sus bolsillos. Según el presidente, los medicamentos bajarán en promedio un 40%, cifra nada insignificante que solo pone de manifiesto el descaro desmedido en que se ha venido desarrollando el negocio de los medicamentos.
Además, el Gobierno ha incorporado cerca de 70 procedimientos y tratamientos al Plan Obligatorio de Salud (POS), de modo que los prestadores del servicio estarán obligados a ofrecerlos al paciente sin que el Estado deba reponerles el dinero extra que paga por servicios no incluidos en el sistema obligatorio. Los ‘recobros’, como se conoce a esa compensación, suponen una auténtica sangría al Estado, o, lo que es lo mismo, a todos los contribuyentes, por lo que cualquier inclusión de tratamientos en el POS supone una excelente noticia para la sociedad en su conjunto.
Los colombianos llevan muchos años padeciendo los elevados costos de los medicamentos, sin que, hasta ahora, ningún Gobierno se hubiera tomado en serio este gravísimo problema. Hace cuatro años, la asociación Health Action publicó un informe muy revelador que situaba a Colombia entre los países con las medicinas más costosas del mundo. Dicho estudio consistió en comparar el precio del ciprofloxacino en 93 países, y resultó que, mientras en China costaba 31 dólares, en nuestro país el precio superaba los 130.
En los países con mayor desarrollo social, muchos de los cuales se han enfrentado en fechas recientes a una grave crisis económica, existe el consenso de que, por mucho que haya que meter tijera al estado de bienestar, hay dos pilares fundamentales que se deben mantener al margen de la poda: la salud y la educación.
El razonamiento es muy simple: las sociedades avanzan en la medida en que los ciudadanos adquieren una formación cada vez más sólida y gozan de un buen nivel sanitario. Por lo menos en lo que se refiere al capítulo de salud, la decisión de ayer del Gobierno de poner bajo control 334 medicamentos es un paso en la dirección correcta.
Más Editoriales

Pésimo mensaje de austeridad en el gobierno del cambio
De manera recurrente los hechos nos demuestran que Colombia, al margen de quien la gobierne, es un país de injustificables excesos y brutales contrastes. Bastante descorazonador por donde se mire. En vez de estar hablando acerca del devastador in

En defensa del ‘perro guardián’ de la democracia
Este 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 para reconocer los principios de este derecho fundamental, evaluar la situación en la que se encuentra p

PAE a cuentagotas
Justo cuando comienza el cuarto mes del año en curso y dos meses después del inicio del calendario académico, de los siete departamentos de la región Caribe tres no han comenzado aún a ejecutar el Programa de Alimentación Escolar al que est

Inflación sin control
La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de subir las tasas de interés al 5 %, en un nuevo intento para contener la galopante inflación en el país, podría quedarse corta o ser insuficiente ante el alza de los precios que,