Los monterianos no solo consideran que su ciudad va por buen camino sino que se sienten bien gobernados. El alcalde Marcos Daniel Pineda García acaba de obtener el 85 por ciento de favorabilidad —el alcalde más popular del país— en la primera de las encuestas que mensualmente hará el Centro Nacional de Consultoría para medir favorabilidad en las diez principales ciudades del país, y con ello conocer quién es el Mejor Alcalde al finalizar el año. Los resultados están siendo divulgados por el noticiero CM&.
¿Qué tiene tan contentos a los monterianos con su Alcalde? Pineda García es un joven profesional, nieto del patricio conservador Amaury García Burgos, que llegó con experiencia en gestión pública por haber trabajado en el Ministerio del Interior en Bogotá. Ganó con un discurso moderno, sin ataduras con el clientelismo tradicional y diálogo directo con la comunidad. Goza de fluidez verbal, habla con contundencia y el pecadillo venial de su exagerada susceptibilidad no alcanza a desacreditar. Es impetuoso y está al frente de un equipo de gente nueva que le está cambiando la cara a Montería. De su gestión son visibles las acciones para consolidar los servicios públicos, por muchos años el mayor dolor de cabeza para los casi 400 mil monterianos, y las obras de embellecimiento. Su gobierno ha demostrado preocupación por atender las necesidades que le expresa la gente. Cuenta con el apoyo de los medios de comunicación locales y ha construido una alianza con la Gobernación de Córdoba que parece se extenderá hasta las elecciones de octubre con candidatos comunes de los partidos Liberal y Conservador.
Montería muestra un vigoroso progreso urbano, están llegándole rápidamente opciones de comercio y de servicios, lo que hace sentir a sus habitantes entusiasmados y confiados, y ha experimentado mejoras en convivencia y seguridad, pues la violencia en ese Departamento es problema mayor en las áreas rurales, donde se ha concentrado de manera alarmante con saldos mortales que tienen sobrecogido al país y a la espera de mayores y drásticas acciones del Gobierno Nacional, que ahora anuncia por boca del ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, la operación ‘Troya’, prevista para una amplia región que incluye a Córdoba.
Lo dicho sobre Montería explica la favorabilidad del Alcalde, un fenómeno que también es notorio en otras capitales de la Región Caribe igualmente encuestadas como Barranquilla (con el 83 por ciento para Alejandro Char), Valledupar (con el 75 por ciento para su alcalde Luis Fabián Fernández), Sincelejo (75 para Jesús Antonio Paternina) y Cartagena (70 para Judith Pinedo).
Significa ello que las administraciones territoriales costeñas se consolidan en gobernabilidad y que la figura del Alcalde elegido popularmente empieza a alcanzar su mayoría de edad. Ojalá lograra mantenerse esta tendencia. Y que el contagio se extendiera a las alcaldías locales de la Costa que no han alcanzado a salir de la postración institucional.
Un mensaje que surge nítido de estos resultados es que las alcaldías en las capitales de departamento no son siempre ‘hornos crematorios’ sino oportunidades de lucimiento personal en el mejor y más noble de los sentidos, y de servicio público con amplia aceptación social. Esto debería ser un factor estimulante para que en las elecciones próximas concurran, con un decidido apoyo ciudadano, los mejores líderes con propuestas independientes y dirigidas a atender las necesidades colectivas de desarrollo humano, derechos humanos, generación de ingresos y sostenibilidad ambiental.
Buen suceso es que nuestras ciudades hayan encontrado con sus actuales alcaldes, por lo menos donde se tienen mediciones, gobernantes confiables.
Al mismo tiempo, es fundamental que los populares alcaldes entiendan que su popularidad no convierte su gestión de cuatro años en un éxito rotundo, y que aún les falta lo más importante de su recorrido: los últimos meses de gobierno, tiempo durante el cual deben cerrar temas abiertos y sentar bases que reciban a sus sucesores con un adecuado entorno de gobierno.
Montería se merecía alcanzar este logro porque es una de nuestras ciudades más sufridas por la violencia o las inundaciones en su entorno y en su propio territorio, con secuelas graves que dispararon las necesidades por la pobreza y el dolor. Su industria es todavía incipiente, pero el turismo y la creación cultural están en franco crecimiento. Los recientes episodios criminales en sus cercanías nos tienen a todos en estado de alerta, más aún cuando ocurren en el campo, epicentro de la principal actividad regional. Y por eso esperamos efectivos resultados de la operación ‘Troya’.
Pineda García y su equipo han recibido la noticia de su favorabilidad como un compromiso para apurar el ritmo y corresponder a las expectativas de los monterianos. Esperamos que logre cumplir, al concluir su mandato, con todos sus ofrecimientos programáticos.