La suspensión temporal de las operaciones de la aerolínea Viva en Colombia puso en evidencia lo difícil que ha sido la recuperación del transporte aéreo tras el impacto de la pandemia y la importancia que tiene este sector para la conectividad de los colombianos.
Esta parálisis afectó a más de 460 mil usuarios que adquirieron tiquetes e hicieron reservas con Viva Air para vuelos nacionales e internacionales.
En este caso, Viva tenía operaciones en 19 aeropuertos del país al momento de parar su operación, la cual ya había reducido días antes con la salida de 5 aviones por problemas financieros.
En la Costa Caribe, Santa Marta, Cartagena y Barranquilla fueron las capitales más afectadas al igual que San Andrés. Los viajeros han sido atendidos en el marco de un plan de contingencia diseñado por las autoridades y las aerolíneas.
Esta situación se agrava ya que Viva operaba en rutas que no eran atendidas por terceros, lo cual genera un efecto negativo en el mercado y, en especial, a los consumidores por lleva a menor oferta de rutas y frecuencias.
Hay cinco grandes jugadores que tienen la mayor participación en el mercado aéreo nacional, la lista la lidera Avianca con el 35,5 %; le sigue Latam, con el 19,1 %; Viva Air con el 15,7 %; Wingo con el 4,4 %; Copa con el 4,2 % y otros con el 21,1%.
Precisamente por la composición del mercado, los competidores no vieron con buenos ojos la integración de Avianca y Viva.
Cuando la Aeronáutica Civil hizo su primer pronunciamiento objetando la integración, el cual fue anulado posteriormente, aseguró que representaba 'riesgos para la competencia en el sector y el bienestar de los consumidores'.
Además, dijo que la integración llevaría a reforzar el poder de mercado a favor del grupo que conformarían Avianca, Viva Air y Viva Perú, ya que participan en 59 rutas nacionales, que movilizan el 93,7% del tráfico doméstico del país. De estas, en 29 nacionales ‘round trip‘ participan de manera coincidente.
Es así como este grupo económico quedaría con el 100% de la participación en 16 rutas nacionales.
La Aerocivil aseguró que los consumidores podrían verse perjudicados ya que este grupo tendría más facilidades, incentivos y menores riesgos al aumentar precios, reducir frecuencias, cancelar rutas o reducir servicios complementarios, entre otros.