Colombia atraviesa por una de las coyunturas económicas y sociales más complejas en su historia por efecto de la pandemia. El país cerró el 2020 con una caída del 6,8 % y un déficit fiscal del 7,8 % del PIB, uno de los más altos registrados.
Se calcula que en 2021 el déficit será mayor (8,6 % del PIB), por lo que el Gobierno nacional debe conseguir en los mercados internacionales unos $110 billones.
El gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, asegura que para acceder a estos recursos se requieren inversionistas y prestamistas que crean en Colombia y que confíen en que si le prestan al país este les va a cumplir a futuro y que va a hacer los ajustes necesarios para ello.
Se debe enviar el mensaje de que 'no se va a seguir acumulando deuda al mismo ritmo del 2020 y que se va a reducir el déficit a futuro', sostiene Villar.
Analistas coinciden en que una de las acciones que se requieren es una reforma tributaria.
El ministro de Hacienda designado, José Manuel Restrepo, dice que con la nueva reforma se buscará 'encontrar fuentes de financiación para la prioridad social que hoy tenemos, y de estabilidad fiscal para enviar un mensaje a los mercados internacionales, claves para la atracción de inversión'.
El deterioro del panorama fiscal puede llevar a que Colombia no asegure una calificación de grado de inversión y con ello pierda la opción de tener la confianza de los mercados que se traduce en un fondeo oportuno a costos más baratos y plazos más largos.