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Considerado como un año en el que la economía nacional creció en medio de luces y sombras, el 2019 también fue agridulce para la Costa Caribe. La región presentó avances en los indicadores del comercio, transporte, industria, pecuaria, financiera e ingreso de remesas, pero también registró reducciones de construcción, comercio exterior y agricultura.

Para el analista y profesor de la Universidad del Rosario Alejandro Useche, al analizar la economía de Colombia por regiones se encuentra que la Costa Atlántica y Barranquilla en particular salen 'mejor libradas' que el resto del país, ya que representan gran parte del potencial de crecimiento de la economía nacional.

'Ciudades como Barranquilla tienen demostrada la capacidad de crecer en cuanto a su industria, y prestación de servicios con un dinamismo positivo', agrega.

De acuerdo con el dato del Boletín Económico Regional del Banco de la República, en el acumulado del año, la industria regional creció impulsada por el incremento en la producción real en Atlántico, que compensó las reducciones observadas en Bolívar y Córdoba.

En cuanto al comercio minorista, las ventas en Barranquilla crecieron al igual que el número de vehículos nuevos matriculados en la región.

Uno de los grandes potenciales que tiene la región, en opinión de Useche, es el turismo al que el Gobierno le está apostando logrando avances en atracción de turistas extranjeros.

Precisamente, el turismo está ligado al transporte que aumentó por cuenta de los avances en la movilización de pasajeros terrestres, aéreos y la carga aérea.

La movilización terrestre de pasajeros tuvo un buen desempeño por el crecimiento en el flujo de usuarios que usaron los sistemas integrados de transporte masivo de Barranquilla y Cartagena.

El transporte aéreo se vio impulsado por el aumento en el flujo de los pasajeros nacionales movilizados a través de las terminales aéreas de la región y la carga aérea movilizada tanto a nivel nacional como internacional.

Por su parte, el sector financiero creció apoyado en las captaciones y colocaciones, especialmente en las cuentas de ahorro para las primeras y el crédito comercial e hipotecario para las segundas.

Entre los retos que tiene la región se encuentra la reducción de la pobreza y la desigualdad, ya que hay grandes brechas que se deben superar. 'Esto implica más generación de empleo y mejores condiciones par que haya más emprendimiento e innovación en la región que llevarán a cerrar la brecha en términos la desigualdad económica y social', dice Useche.

El boletín del Banco de la República muestra que en el tercer trimestre del año, la tasa de desempleo en la región mantuvo su aumento, al tiempo que la inflación anual en todas las ciudades capitales de la región se ubicó por encima a la tasa registrada en el mismo periodo del 2018.