El volumen total de alcohol ilegal en países como Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Perú es preocupante luego de conocerse un estudio de la firma Euromonitor International el cual arrojó que, 1 de cada 4 botellas de licor que se consume en la región es ilegal. El crecimiento anual de bebidas adulteradas en los países anteriormente mencionados es superior al 6%. Esto muestra que el alcohol ilegal es un negocio lucrativo: las ventas ascienden a US$2.368 millones.
Las principales formas de alcohol ilegal en la región son el alcohol adulterado, con graves riesgos para la salud de los consumidores, y el contrabando de bebidas alcohólicas y etanol, que genera una gran pérdida fiscal para el país.
Con los impuestos que dejan de pagar quienes venden alcohol ilegal en Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Perú unos US$740 millones, según el informe- se podría llevar agua potable a 37 millones de personas.
Uno de los principales hallazgos del estudio es que en la medida en que los impuestos al alcohol crecen, el mercado ilegal puede ampliarse. Los países que tienen impuestos al alcohol muy altos son los que más dejan de recibir recursos. De los países analizados, Colombia es la nación con impuestos más altos y también con mayor pérdida fiscal por alcohol ilegal, unos US$468 millones al año.
De igual manera, el informe muestra que al subir impuestos en exceso, existe el riesgo de que, en lugar de recaudar más, se pierda parte del incremento porque el contrabando aumenta: el consumidor busca opciones más baratas y acaba consumiendo igual o más, mientras que el Estado recauda cada vez menos. Los latinoamericanos adquieren bebidas alcohólicas ilegales a precios en promedio 30% inferiores a los precios de venta al por menor del mercado legal.