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La Muestra Trimestral Manufacturera Regional del Dane para resultados correspondientes al cuarto trimestre del 2013 arroja resultados que merecen análisis. En concreto, los resultados correspondientes a Barranquilla, Soledad, Malambo, Cartagena y Santa Marta revelan que la producción manufacturera aumentó en un 4,8% y las ventas aumentaron un 3,5%.

Al positivo comportamiento de estos dos componentes, se unen las regiones de los Santanderes (7,4% y 6,1% respectivamente) y el Eje Cafetero (10,4% y 4,6%). Registrando variaciones positivas, aunque muy marginales, aparece la región que comprende Cali, Yumbo, Jamundi y Palmira (0,1% y 0,5%).

Posicionándose en la última parte de este grupo, Bogotá y Medellín (junto a su Área Metropolitana) presentaron descensos tanto en producción como en ventas.

Para el caso de Bogotá, la disminución de la producción registró un 5,2%, mientras que en ventas la disminución fue de un 1,3%. En el otro caso, Medellín registró caídas del 5,8% y 2,6% respectivamente. Resulta interesante observar que de las seis regiones evaluadas por la Muestra, cinco presentan disminuciones del empleo con la lógica excepción del Eje cafetero, donde el empleo manufacturero registró un crecimiento del 1,9%.

Cuando uno observa de cerca los resultados de la Muestra y se fija en la serie que data desde el cuarto trimestre de 2007 hasta el cuarto trimestre de 2013 con respecto al empleo, según categoría (personal ocupado en administración y ventas y personal ocupado en procesos productivos), es evidente, en general, que los aumentos en el empleo en actividades de administración y ventas siempre están por encima de los aumentos de la categoría de empleo en actividades de procesos productivos. Con respecto a la situación de disminuciones, estas son menores en la primera categoría, mientras que son más pronunciadas en la segunda.

Fue Thorstein Veblen quien gastó gran parte de su trabajo intelectual explicándonos sobre la prevalencia de los hábitos de pensamiento pecuniarios y de cómo estos llevaron a replantear el sistema de producción capitalista dejando atrás la vocación productiva e industrial para dar paso a la búsqueda de ganancias mediante la especulación y el fraude. Sin duda, algo de lo cual recibimos noticias todos los días. Los ejemplos van desde Bernie Madoff hasta el caso de Interbolsa.

La ganancia es la palabra clave y fin fundamental del capitalismo, atrás queda la visión de producir con la vocación de proveer socialmente las necesidades de los seres humanos. Estas cifras, descritas líneas arriba, demuestran que el problema industrial, no solo del Caribe colombiano sino de la nación también, es de corte estructural. Producir para vender sin generar empleo que haga uso del Instinct of Workmanship – como decía Veblen – sugiere ser la máxima.

Lo que en la superficie podría ser celebrado, y me refiero que tanto la producción y las ventas crecieron (aunque el empleo disminuyó), la realidad abstracta, que va más allá de los modelos econométricos del cual los economistas solemos abusar, revela que los problemas estructurales deben ser atendidos con medidas que conlleven a un cambio institucional, como una política industrial, tal como la describe Alice Amsden en sus trabajos. Se debe buscar un progreso manufacturero más instrumental.

*Profesor del IEEC, Uninorte.