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Pese a las declaraciones entregadas ayer por el gerente de la fábrica Vanylón con sede en Barranquilla, Rafael Lizarazo Rojas, en el sentido de que la empresa solo está a la espera de una respuesta positiva para que Monómeros Colombo Venezolanos le siga suministrando coprolactama, insumo para fabricar sus productos, y que pidió al Ministerio de la Protección Social el cierre temporal de la fábrica, solo mientras hace mantenimiento a los equipos y consigue el mencionado material, la suerte de Vanylón ni está tan clara, ni parece tener una solución a corto plazo.

Dijo que espera que Monómeros les está vendiendo el producto a un precio muy superior de lo que se había pactado y con un valor muy superior al que se consigue en otros mercados.

Ayer la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, antigua dueña de esta industria, se defendió de las acusaciones de Vanylón, señalando que 'no han dejado de venderle coprolactama, sino que la fabricante dejó de comprarles porque mantiene una deuda reciente de $4.533,3 millones, la cual se suma a una deuda concordataria previa de 21 millones de dólares.

Monómeros, que hace parte de la Junta de vigilancia cocordataria, señaló que 'Vanylón, se encuentra en causal de disolución debido a que sus pérdidas han reducido su patrimonio neto por debajo del 50% del capital suscrito'.

Lizarazo Rojas aseguró que la compañía maneja unos activos de $60.000 millones que son su garantía para respaldar sus compras.

Sin embargo, en el acta 65 de la junta de vigilancia, reunida el 8 de junio, Lizarazo ya advertía que el 14 de junio debía anunciar el cierre total de la planta. 'Aquí exhibo las cuentas que hay que pagar el miércoles 14, cuando anuncie el cierre: proveedores, $7.563'720.914; acreencias laborales, 2.117'710.395; obligaciones financieras, $15.521'879.450 y cartera vencida, $2.826'204.148'.

Según Lizarazo la falta de autorización para constituir el patrimonio autónomo es lo que mantiene ilíquida a la empresa.

De otro lado, los trabajadores de la planta, 80 de nómina y 180 de cooperativas, quienes ya fueron retirados, aseguran que Lizarazo pidió la liquidación de la compañía a la Superintendencia de Sociedades desde el 14 de junio, luego no se explican porqué entonces ante el Ministerio de la Protección Social, pidió autorización de un 'cierre temporal' de 120 días, y temen resultar afectados por las decisiones tomadas por las directivas.

Ayer un funcionario del Minprotección visitó la planta, pero no fue atendido.