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Eduardo Montenegro y Jaime Alvarado aún no se las creen. A los dos jóvenes caribeños el fútbol les cambió la vida en un abrir y cerrar de ojos. Montenegro, barranquillero de 17 años, y Alvarado, samario de 16 años, nacieron con el talento para divertirse con el balón. Ellos tocaron las puertas de la escuela Udinese (antes Parma), que hizo su lanzamiento oficialmente este jueves e hizo posible que el sueño europeo llegará para ellos.

Estos dos mediocampistas fueron comprados por el Watford de Inglaterra, que los contrató por cinco años y los cedió al Granada de España. La ilusión para estos dos chicos comenzará a partir del 1 de enero de 2017. Otro talento costeño que también partirá a Europa es Juan Camilo Becerra (de Valledupar), que actualmente está con la Selección Colombia Sub 20.

'La primera vez cuando me presenté a la escuela del Parma no quedé, pero después llamaron a la casa y ahí sí pasé la prueba. Esto me llena de felicidad y el esfuerzo se ve recompensado. Le doy gracias a los profesores porque siempre han confiado en mí', expresó con emoción Eduardo, nacido en el barrio Villa Blanco.

Jaime ya ha estado por Italia y mostró su fútbol en las divisiones menores del Udinese. Ahora que el sueño se cristalizó espera seguir sacrificándose y evolucionando futbolísticamente para conquistar el Viejo Continente.

'Soy un jugador al que le gusta recuperar el balón y ser preciso a la hora de entregarlo. Me gusta mucho la forma como juega Sergio Busquets. Le doy gracias a esta escuela por todo el apoyo', apuntó el Alvarado.

Los italianos Federico Spada y Angelo Ronconi son quienes lideran el proyecto del Udinese y como filosofía tienen formar antes a la persona y luego al futbolista.

'No buscamos miles de jugadores, preferimos un grupo de 30, 50 o 100 niños que sepamos que los llevaremos a una liga de Europa. Le damos bases y buenos principios', apuntó Angelo Ronconi

La rebeldía por poco le trunca el sueño a Eduardo Montenegro, pues al principio llegaba tarde a los entrenamientos. El joven reconoce que estaba actuando mal y escuchó los consejos de su familia y entrenadores.

'La rebeldía siempre fue mala, pero ya he mejorado esa parte y ahora se viene una etapa nueva para mi vida y espero tomarla de la mejor forma ', reconoce Eduardo.

'Él (Eduardo) era indisciplinado, llegaba tarde a los entrenamientos y partidos o a veces no llegaba. Le hablamos claro. Lo que esperábamos de él y estaba dispuesto a darlo todo, fue cuando comenzó a caminar por donde queríamos', agregó Federico Spada.

Eduardo Montenegro y Jaime Alvarado están listos para dar el gran salto al fútbol europeo, pero antes esperan seguir entrenando fuerte y formándose como futbolistas y personas.