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Qatar será el país más pequeño que organiza un Mundial, y el primero del Medio Oriente, pero cuenta con un poder económico inigualable. Su candidatura superó las preocupaciones por el calor del desierto y derrotó a Estados Unidos 14-8 en la última ronda de la votación.

Estados Unidos y Australia eran los favoritos junto con Qatar.
Corea del Sur y Japón también perdieron en la votación.

"Nos vamos a territorios nuevos", comentó el presidente de la Fifa, Joseph Blatter.
Usualmente criticada por tomar decisiones conservadores, la Fifa decidió apostar por Europa Oriental y el Golfo Pérsico en vez de irse a la segura con Inglaterra y Estados Unidos, dos países que garantizaban éxitos deportivo y comercial.

La decisión sin duda provocará controversia, especialmente luego de las acusaciones de corrupción que provocaron la suspensión de dos de los 24 miembros del comité ejecutivo.

Inglaterra fue eliminada en la primera ronda de la votación para 2018, al conseguir apenas dos de los 22 votos. En la segunda ronda, Rusia ganó con una mayoría absoluta de 13 votos.

"Es una gran victoria", indicó el director ejecutivo de la candidatura rusa, Alexey Sorokin. Putin de inmediato abordó un avión hacia Zurich para festejar el triunfo.

Luego de tres días de ansiedad en los que Inglaterra envió al primer ministro David Cameron y a David Beckham para cabildear, y Estados Unidos contó con el ex presidente Bill Clinton, ninguno pudo competir con la novedad que prometieron Qatar y Rusia.

"Gracias por creer en el cambio", dijo el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Al-Thani.

Qatar realizará el Mundial en Doha y sus alrededores, en medio del calor del verano, pero prometió contar con tecnología para enfriar los estadios y las zonas donde se reúnen los aficionados a ver los partidos.

Tras la eliminación de Australia, Japón y Corea del Sur, el duelo final fue entre Estados Unidos _que prometió grandes ganancias en un mercado en crecimiento_ y el nuevo territorio en la región del Golfo, que cuenta con inagotables recursos económicos del petróleo a pesar de la crisis financiera mundial.

En los centros comerciales en Doha, la gente se reunió en las tiendas de artículos electrónicos para ver la votación por televisión. Las tiendas y los restaurantes se paralizaron cuando se anunció el resultado, y hubo una gran celebración cuando Blatter sacó del sobre un papel con el nombre "Qatar".

Qatar le había pedido a la Fifa que hiciera una "osada apuesta" e insistió que el calor del desierto no será un problema.

"Trabajamos muy duro los dos últimos años para llegar a este punto", indicó Al-Thani. "Hoy celebramos, pero el trabajo empieza mañana. Sabemos que tenemos mucho que hacer, pero también cumpliremos con nuestra promesa y lo lograremos".

Durante toda su candidatura, destacó que el pequeño país cuenta con el dinero, los recursos y la tecnología para superar cualquier problema de logística.

El torneo se realizaría cuando las temperaturas en Qatar pueden superar los 48 grados Centígrado (118 Fahrenheit). El comité encargado de inspeccionar las candidaturas destacó el posible riesgo del calor.

Sin embargo, Qatar recordó que los mundiales de México 1986 y Estados Unidos 1994 también se disputaron con climas calurosos y fueron éxitos deportivos.

Qatar prometió gastar 50.000 millones de dólares en infraestructura y 4.000 millones para construir nueve estadios y remodelar otros tres. Ningún estadio estaría a más de una hora del otro, y muchos serían desmantelados después del torneo para donarlos a países pobres.

Uno de los puntos fuertes de la candidatura de Qatar fue que el torneo ayudaría a unir una región dividida por conflictos.

Muchos creían que la candidatura de Rusia estaba condenada al fracaso tras el anuncio de Putin de que no acudiría a la presentación final.

Sin embargo, triunfó en parte gracias a las garantías gubernamentales de Moscú y, al igual que Qatar, cuenta con grandes recursos naturales para financiar el proyecto.

"Estamos construyendo una nueva Rusia", indicó el viceprimer ministro ruso, Igor Shuvalov.

Zurich.

Michael Probst/AP.
FABRICE COFFRINI/AFP.
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PHILIPPE DESMAZES/AFP.
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