
Colombia celebra a lo grande los 90 años de Fernando Botero
Desde este martes inicia el homenaje a la vida y obra del maestro antioqueño.
En medio de varias celebraciones Colombia celebra desde este martes la vida de Fernando Botero, el artista plástico vivo más importante de esta nación.
Botero desde la distancia sentirá las muestras de cariño de sus compatriotas, debido a que está radicado en la Toscana Italiana desde la pandemia. Allí apagará sus 90 velitas rodeado de su familia y haciendo lo que más le gusta en la actualidad, entregado a la acuarela, pero siempre creando, pintando y trabajando.
Italia era la tierra en la que hubiera querido empezar a lograr muchas cosas, no donde hubiera querido nacer, pues siempre ha tenido el alma ‘expandida’ de orgullo por sus orígenes, pero sí era un destino al que hubiera querido arribar desde mucho más temprano, solo para aprender a dibujar de frente a las obras de los grandes maestros, un lujo que no pudo darse de joven y que lo llenaba de una gran frustración, la cual luego lo llevaría a convertirse, no solo en el artista más importante todos los tiempos en Colombia, sino también en el mecenas del arte nacional.
Quien quiera conocer la obra del maestro de manera evolutiva y completa puede visitar el Museo Botero en Bogotá, ahí se encuentra la famosa donación que hizo al Banco de la República y que la entidad administra en ese museo que lleva su nombre, refiriéndose a la misma como la gran apertura del arte en Colombia para las nuevas generaciones, pues quienes quieran seguir su camino hoy pueden aprender del pincel de Picasso, Leger, Renoir, Monet, Dali, Giacometti, Freud o Bacon y del mismo Fernando Botero, el Colombiano que con un pacífico pincel demostró que todo es posible.
El torero que alguna vez quiso ser y la sexualidad implícita que conoció a través de un libro de la divina comedia, que ojeaba a escondidas de su mamá y la curiosidad a la que algunas vez dijo era la razón por la que seguía haciendo lo que hace entrado en sus años, han quedado plasmadas en cada una de las obras que hoy le dan la vuelta al mundo o que también se pueden admirar en todas sus facetas en el Museo de Antioquia en su ciudad natal, Medellín, otro plan obligado a nacionales o foráneos que quieran apreciar por completo su legado artístico, dedicando un día completo a reconocer la grandeza del artista en cada una de sus obras.
‘Hombre a caballo’ es su pieza más costosa a la actualidad, se vendió en una subasta de arte latinoamericano de la casa Christie’s en Nueva York por 4,3 millones de dólares hace poco, por un precio récord, pero varias veces ya ha llegado a romper esa marca y asegura se encuentra en la plenitud de su obra y con “ganas de seguir trabajando”, contó en días anteriores su hijo Fernando Botero Zea, que agrega que su vida siempre ha sido una historia de superación de grandes dimensiones.
Se encuentra en Pietrasanta, una localidad y comuna de la Versilia en la costa norte de Toscana, recluido desde la pandemia con cuidados extremos con los que ha esquivado al feroz virus, admirando de vuelta con los ojos del alma, como los visitantes de los museos cuando ven sus cuadros, hacia la tierra que con nostalgia lo celebra y a la que él le dio todo, sabiendo que valió la pena, no solo por recibir homenajes, sino por ayudar a cambiar el concepto que en el mundo se tenga de un colombiano.
El encuentro familiar es doblemente emotivo porque desde el confinamiento del arte, de los museos, y de todo el planeta, ni sus hijos han podido verlo como quisieran, su contacto hasta el momento ha sido por teléfono, así que pese estar lejos de su tierra esta reunión familiar y la carga de todo un país que lo celebra es todo un hito personal, no solo por la avanzada edad a la que ha llegado con tantos méritos, sino por la felicidad que le han provocado estos días para él, confiesa su hijo con relación a tantos homenajes.
