Durante toda su infancia, adolescencia y juventud, Álvaro Taborda Ruiz vivió con el sueño de saber dónde estaban los restos de su padre, Álvaro José Taborda Álvarez, docente y quien hacía parte de la junta directiva de la Asociación de Maestros de Córdoba, Ademacor, a quien once hombres armados desaparecieron en la madrugada del 9 de enero de 1997 desde la vivienda familiar en el barrio la Granja, sur de Montería.
Luego de 20 años del violento hecho, la Fiscalía y la Unidad para las Víctimas territorial Córdoba, lograron que el joven, quien también se hizo licenciado en Ciencias Sociales, logró satisfacer los deseos de tener a su progenitor en un campo santo donde llevarle flores, y rendirle cuentas de los logros familiares producto de la disciplina que el profesor les inculcó antes que las AUC irrumpieran la unidad del hogar.
Los restos del pedagogo fueron devueltos a la familia el 18 de abril, tras dos entregas de despojos de víctimas cordobesas desaparecidas por las AUC, por parte de la Fiscalía.
El profesor Taborda fue asesinado y enterrado en una fosa común, junto a otras dos personas, en jurisdicción de la vereda Volador, zona rural de Montería, en la carretera que conduce a Tierralta, según le explicó la Fiscalía a Álvaro José y al resto de la familia.
'Mi padre era docente del colegio Inem Lorenzo María Lleras aquí en Montería, se lo llevaron a la fuerza desde nuestra casa en la Granja. Al cuarto día, después de que mi madre hiciera las denuncias respectivas las AUC se atribuyeron la desaparición forzada de mi padre y de otros dos profesores, decían que ellos habían sido los perpetradores de algunos actos a favor de la guerrilla en Montería, cosa que nunca se comprobó, y tampoco hay registros judiciales sobre eso', relató Álvarez Ruiz.