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Los cerca de 1.300 habitantes del casco urbano del corregimiento monteriano El Sabanal reconocen y relatan con alarde que fueron muchos los aportes que en materia de desarrollo recibió la localidad durante los 8 años de mandato continuo del expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez.

Uribe, principal exponente del No en el plebiscito, es el vecino ‘de mayor poder’ entre los nativos de esta localidad, a 15 minutos de Montería. La casa de su hacienda el Ubérrimo está en el casco urbano y a partir de allí se pierden en el horizonte las cerca de 1.000 hectáreas de verdes potreros, la mayoría protegidos con cercas eléctricas, donde se multiplica el negocio de la ganadería extensiva.

En El Sabanal se realizaron consejos de Gobierno, reuniones de talla internacional y funcionó una especie de descentralización del Palacio de Nariño en varias temporadas de las vacaciones de expresidente.

Desde la plaza del pueblo el entonces mandatario atendió a la prensa que en cada Semana Santa o fin de año le montó guardia a la espera de pronunciamientos que serían noticia.

Hoy, los pobladores reconocen las obras que dejó Uribe en El Sabanal, pero insisten en que 'llegó la hora de dejar el odio y el rencor atrás, para encaminar al país a un desarrollo mucho más sostenible'.

Luis Hernández, edil del corregimiento y habitante de la vereda Horizonte, dice que sin desconocer los avances en materia de obras durante el gobierno de Álvaro Uribe, este poblado está a favor del Sí por la paz.

'El ambiente es que la gente votará por una nueva alternativa y por eso dirá Sí para acabar con el rencor y con más de 50 años de guerra y de zozobra de las familias que han aportado los muertos, que quieren una nueva vida', expresa el comunal.

Confía en que con el Sí comenzará la construcción de la paz y esta debe 'reflejarse en mayor inversión' en el campo, para que los campesinos 'podamos tener las comodidades que existen en las ciudades'.

En las pasadas elecciones a la Presidencia de la República, el actual mandatario Juan Manuel Santos logró 1.200 votos Juan Manuel Santos en El Sabanal contra 400 que logró el candidato por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga.

En los comicios a Senado, la congresista conservadora Nora García Burgos (la mamá del alcalde de Montería, Marcos Pineda), obtuvo más de 700 votos, mientras que Uribe solo alcanzó alrededor de 300.

Propaganda por el Sí

A la entrada de El Sabanal, llama la atención el pasacalle por el Sí instalado un kilómetro antes de llegar al corregimiento. Fue instalado por el movimiento del senador Musa Besaile, lo que para algunos vecinos podría ser el reflejo de la favorabilidad del Sí. En cambio no se observa ningún anuncio que invite a votar por el No en la tierra de Uribe en Córdoba.

Los habitantes del corregimiento reconocen que en el mandato del expresidente les construyeron 12 aulas escolares para beneficiar a 1.200 estudiantes; inauguraron el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) para la atención en el programa Primera Infancia de 120 pequeños, obra hecha a través de Fonade y cofinanciado por Montería; también construyeron una Estación de Policía frente a la iglesia y pavimentaron un kilómetro de vía urbana en placa huella.

Con Uribe -asegura esta vez el líder cívico José Martínez- nos fue bien, como en el tema de viviendas pues construyeron 150 casas de interés social. Además, mejoraron el servicio de agua potable.'La comunidad coincide en que es importante detener la guerra absurda en el país, para que la paz traiga inversión para las zonas más pobres, especialmente de las rurales. Aquí somos más los del Sí, que va a ganar en este corregimiento, porque además ha recibido el apoyo de los líderes de los grupos políticos, excepto los del Centro Democrático. Aquí hay confianza en la paz', advierte.

Caminar por El Sabanal permite deducir que la seguridad es otra de las herencias que les dejó el expresidente. Todavía la Fuerza Pública custodia allí como en aquellos tiempos de anillos de seguridad, requisas y patrullajes que se hacían caminando, en motos y en caballos.

Al menos 200 hombres de la Policía y el Ejército permanecen, con sus respectivos relevos, pendientes de quién entra y quién sale del pueblo. Una base militar recibe a los visitantes desde el acceso por Montería y otra de la Policía por el del corregimiento Aguas Negras.

Más seguridad

Esa misma seguridad que se palpa es la que le permite a nativos como José López trasladarse sin preocupaciones por las calles. Él lo hace con una bomba de fumigar en la espalda, pedaleando una bicicleta desde la finca cercana donde se gana el sustento de su familia, entre ellos dos hijos profesionales desempleados.

López dice estar indeciso frente al plebiscito: 'Cuando llegue el momento miraré si doy el Sí o el No', añade.

'La paz se necesita hasta en la casa de uno, pero los Gobierno no tiene en cuenta a las familias para que mejoren su modo de vida, como en nuestro caso que tenemos dos hijos profesionales y sin empleo. Las hojas de vida que entregan se pudren y nadie los llama, no es justo. Ahora que a los que hicieron masacres les pagarán una mensualidad', afirma empapado por el sudor que corre por su rostro.

Resolver necesidades

Mientras las opiniones por el Sí o el No dividen a los vecinos de Uribe, hay quienes aprovechan para mostrar que el abandono del Estado empieza a sentirse en El Sabanal.

Citan por ejemplo que los estudiantes no tienen un lugar adecuado para sus clases de educación física o para practicar algún deporte. La comunidad clama un sitio de al menos dos hectáreas que ojalá done uno de los tantos hacendados de El Sabanal, para que el plantel aplique el énfasis agropecuario en la básica secundaria.

Cristóbal Yánez, con dotes de ingeniero empírico, diseña con llantas viejas de bicicleta un muro de amortiguamiento en la cancha de baloncesto sin cerramiento, para evitar que el balón termine en las casas vecinas. Sin desatender su tarea, anticipa que la mayoría de sus coterráneos, al igual que él, votarán por el Sí.

'Lo que sé es que la mayoría votarán por la paz: Colombia necesita la paz para no seguir sufriendo con los hechos que nos cuentan los medios, a partir de todo lo malo que comete la guerrilla', sostiene el ciudadano.

A pocos metros, la ingeniera mecánica Iris Baza, considera que llegó la hora de 'pasar la página' de la violencia y de las armas, para que el país se concentre solo en la paz. 'Todo tiene que llegar a un fin y llegó el fin de la guerra, a través del diálogo. Ya es tiempo para que dejen de sufrir los más pobres por las consecuencias del conflicto', manifiesta de manera tajante.

El licenciado en ciencias sociales Danilo Hernández, cree que el proceso con las Farc es una oportunidad histórica para el país. 'Hemos vivido más de 50 años en ese conflicto, pero llegó la hora, este domingo, de acabar con eso; la invitación, de mi parte, es para que la gente se sume a la iniciativa del Sí', sostiene el joven profesional.

El Sabanal es un pueblo tranquilo y la cotidianidad de su gente está marcada por las actividades propias del campo. El comercio se reduce a tiendas y una que otra venta de carne de cerdo. En este corregimiento quieren que la paz que han vivido con el apoyo de su vecino también la viva el resto del país.