El Gobierno y las disidencias de las Farc negocian cese
Hay polémica por el eventual estatus político que tendrían los desertores del Acuerdo de Paz de La Habana en los diálogos que se abren paso.
En la tarde del pasado sábado, en medio de un lugar no precisado del Caquetá, al sur del país, se reunieron el comisionado de paz, Danilo Rueda, y líderes de las disidencias de las Farc, para abrir la puerta a una eventual negociación de paz total, ambientada además en un posible cese al fuego bilateral.
“En el departamento de Caquetá hemos sostenido una reunión de exploración y acercamiento para valorar la posibilidad de iniciar diálogos en el marco de la paz total”, se lee en el texto del documento que suscribieron de manera conjunta el delegado del Ejecutivo y los cabecillas del grupo armado ilegal.
También se publicaron unas imágenes del encuentro. En estas se observa a Rueda y cuatro delegados de la insurgencia, identificados como Calarcá Córdoba, Alonso 45, Ermes Tovar y Erika Castro, acompañados del representante de la ONU, Raúl Rosende, y el diplomático noruego Dag Nagoda, quienes figuran en calidad de “observadores internacionales”.
“Las dos partes expresamos la disposición y necesidad de que estos diálogos estén ambientados por un cese al fuego bilateral, cuya ejecución deberá ser verificada”, señalaron Gobierno y disidentes de las Farc, agregando que acordaron “un protocolo confidencial para garantizar una reunión” de los mandos desertores.
Para las disidencias de la desmovilizada guerrilla, en una futura mesa se deberán tratar temas relacionados con la necesidad de “erradicar las causas generadoras de conflicto social y armado”.
Pusieron de presente, además, que para ellos es importante, de cara a iniciar un diálogo, contar con la opinión de todas las estructuras.
Y concluyeron que se necesita en las conversaciones de la participación de un tercer agente con una posición neutral que dé garantías al diálogo.
En el documento los negociadores del grupo desertor fueron denominados como integrantes de “estado mayor central” de disidencias de las antiguas Farc.
“Comienza un diálogo”, dijo este domingo el presidente Gustavo Petro en su cuenta de la red social Twitter, donde compartió una foto en la que se ve a disidentes vestidos de camuflado dialogando con el alto comisionado para la Paz.
El jefe de Estado ‘trinó’ al respecto desde Nueva York, Estados Unidos, donde asiste a la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas, en cuyo plenario intervendrá el martes en la mañana y uno de los ejes centrales de su discurso posiblemente sea el de la denominada paz total que se ha propuesto forjar con el Eln, las disidencias y las bandas criminales.
En este sentido se lee así mismo en el comunicado conjunto: “Un asunto central es la respuesta del Gobierno en la paz total a las demandas ciudadanas sustanciales vinculantes y los derechos que deben ser garantizados para transitar al Estado Social y Ambiental de Derecho”.
La semana pasada el comisionado de paz aseguró también que el líder disidente alias Iván Márquez, que fue negociador de la Farc en La Habana, está vivo y autorizó que el estado mayor de la Segunda Marquetalia, el grupo que lidera y que agrupa a otro conjunto de disidencias de las Farc, se acerque a la política de la denominada paz total.
No hay consenso en torno a varios asuntos que enmarcan las conversaciones con los disidentes, sobre todo en lo que tiene que ver con concederles estatus político y negociar con desertores de la paz.
Juan Pappier, de Human Rigths Watch, advirtió que “las Farc se desmovilizaron en Colombia en 2016. Lo que quedan son ‘disidencias’ dedicadas principalmente al narcotráfico. Llamarlas ‘estado mayor de las Farc-EP’ es contraproducente y no es propio de un gobierno que se ha comprometido a implementar el acuerdo de paz”.
En cambio, el senador petrista Gustavo Bolívar planteó: “Las disidencias eran mil hombres al momento de la firma del acuerdo. Hoy son 4.000. Muchos regresaron porque el gobierno no les cuidó la vida como está establecido. Mataron 330 excombatientes. ¿Entonces nos quedamos otros 70 años dando plomo? Hay que apostarle al diálogo siempre”.
El exsenador Rodrigo Lara, del liberalismo socialdemócrata, puso de presente que “si el Gobierno va a desmovilizar a estos bandidos reincidentes, pues estupendo. Lo que pedimos es que la desmovilización no termine otorgándoles reconocimiento político. No lo tienen y menos aún se lo merecen”.
El senador Iván Cepeda, del Pacto, manifestó: “La búsqueda de un cese al fuego multilateral no es ningún acto de debilidad del Estado o concesión ingenua. No es un problema de método o táctica de negociación. Se trata de la necesidad de proteger poblaciones en los territorios como paso para construir la paz total”.
Y el exministro Juan Fernando Cristo opinó: “La paz total es un propósito que merece el apoyo de todos los colombianos. Pero no se puede meter a todos los grupos ilegales en el mismo costal. Márquez y todos quienes incumplieron el acuerdo deben ir a la justicia ordinaria”.
