Laura Sarabia, quien renunció a su cargo como canciller este jueves 3 de julio, se pronunció en la mañana de este viernes a través de su cuenta de X sobre la tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos desatada por las acusaciones del presidente Gustavo Petro acerca de un supuesto apoyo estadounidense a una trama para sacarlo del poder.
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La canciller saliente consideró que las relaciones diplomáticas deben mantenerse por el bienestar de los habitantes de ambos países.
“Entre Colombia y Estados Unidos hay más que tratados. Hay historias. Hay millones de familias separadas por la distancia, pero unidas por el amor. Hay estudiantes que sueñan con una beca, agricultores que quieren vender su café con dignidad, madres que esperan una llamada desde Miami o Nueva York. Hay sueños que cruzan fronteras”, escribió Sarabia en la red social.
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Agregó que por esas razones “no se trata solo de relaciones diplomáticas. Se trata de personas. De vidas reales. De esperanzas compartidas. Debemos seguir apostándole a una relación cercana, con respeto mutuo, con un diálogo permanente, franco y constructivo. Porque cuando dos pueblos se reconocen como aliados —no por conveniencia, sino por convicción— pueden construir juntos un futuro".
Laura Sarabia renunció horas antes de que se desatara una nueva crisis diplomática con Estados Unidos. Su salida se dio tras una larga controversia por el manejo del contrato para la fabricación de pasaportes, que ya marcó la gestión de sus antecesores Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo.
La canciller saliente no mencionó directamente la cuestión de los pasaportes en su carta renuncia.
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Sin embargo, su dimisión ocurre luego de que el nuevo jefe de Gabinete de Petro, Alfredo Saade, anunciara que se firmará un contrato con una empresa de Portugal para la fabricación de esos documentos, contradiciendo una decisión tomada días antes por la canciller de prorrogar el contrato con la empresa Thomas Greg & Sons.
“En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo (a Petro), ya no me es posible ejecutar”, expresó Sarabia en la carta.
Con su salida, el gobierno pierde a su mujer más influyente. Sarabia fue, en palabras del propio presidente, su “hormiguita organizadora” durante la campaña que lo llevó al poder en 2022.
Cuando asumió como presidente, en agosto de 2022, Petro la nombró jefa de gabinete y, así, con solo 28 años, pasó a manejar la agenda y los horarios del mandatario, y a consolidarse como una de las personas de mayor confianza en su círculo cercano.