Las victorias y derrotas en la aprobación de la reforma laboral

Luego de haber sido radicada dos veces -porque se hundió la primera en junio de 2023 por falta de trámite- y resucitada una vez más –debido a que en marzo pasado la Comisión Séptima del Senado la archivó–, finalmente la reforma laboral 2.0, que conserva parte de la original presentada por el gobierno del presidente Gustavo Petro y los sindicatos, que fue modificada por los congresistas en su legislación y que fue matizada por los asesores laboralistas en el Senado, fue conciliada esta semana en las plenarias de Senado y Cámara y quedó lista para la sanción presidencial.

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Los conciliadores de ambas cámaras acordaron acoger el texto que fue aprobado en la plenaria del Senado, lo que evitó el trámite de negociar cada una de las dos versiones. Esto luego de que, al conocerse en marzo la ponencia de archivo en la célula legislativa de asuntos sociales de la cámara alta, Petro anunciara una consulta popular –negada dos veces en el pleno del Senado– con temas laborales y, en la segunda, agregándole temas de salud, e incluso expidiendo un polémico decreto enviado a la Registraduría –que pidió concepto a las altas cortes antes de aplicarlo– y a la Corte Constitucional argumentando que hubo “trampas y bloqueo” en el trámite del mecanismo de participación ciudadana en el Senado.

Charles Chapman, abogado laboralista, ex magistrado auxiliar de la Corte Suprema y asesor de los gremios y del Senado en torno a la discusión de la reforma laboral, le dijo a EL HERALDO que “el país democráticamente enfrentó una reforma del presidente que presentó inicialmente en la Cámara, que era preocupante porque destruía empleo, porque les daba la espalda a los informales, a los desempleados y se pudo mejorar significativamente en el Senado, al punto que la labor que se hizo por parte del Senado, y de nosotros que tuvimos la posibilidad de asesorar, fue tan positiva que la Cámara acogió como mejor proyecto lo realizado por el Senado sin cambios”.

Faltó mucho por mejorar, agrega, señalando, por ejemplo, que “esta reforma trata de igual manera al micro y pequeño que al gran empresario; eso fue algo que advertimos. Infortunadamente, el Gobierno con sus mayorías se impuso y eso no se pudo ajustar en el Senado. También lo relacionado con los aprendices incrementó importantemente el costo, cambiando esa filosofía del contrato de aprendizaje que ha destacado a Colombia en el mundo. Somos un modelo mundial de la generación de oportunidades en ese primer empleo, y aquí se aumentó desmedidamente: eso va a generar que menos jóvenes sean contratados”.

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Pero también, indicó, “destacamos cosas positivas como una recomendación desde lo técnico que fue acogida y es que en Colombia se exige la autorización de permisos de horas extras para laborar, es decir, hay un límite legal y aparte uno tiene que ir al Ministerio a pedir permiso para laborar horas extras, cuando lo que se debería necesitar es acuerdos entre el trabajador y el empresario, y eso lo pudimos anular en la propuesta del Senado; también el Crea Empleo, en el que se genera un subsidio para los empresarios que creen nuevos puestos de trabajo que sean jóvenes, mujeres y personas en último empleo; y el acuerdo de las plataformas en que se les va a pagar seguridad social”.

Por ello, concluye Chapman, “este proyecto no es el del gobierno Petro, que era un adefesio, una cantidad de normas antitécnicas que iban a destruir empleo y que le daban la espalda a las prioridades del país; acá se pudo mejorar, y le haremos seguimiento para confirmar los temores que teníamos, (...) porque en los últimos dos años de gobierno se han destruido más de medio millón de empresas, 99% microempresarios, y con estas normas se incrementan los costos en igual medida que las grandes y va a generarse una destrucción mayor en informalidad, y le haremos seguimiento para efectos de ver y de proponer reformas y ajustes en el futuro”.

Francisco Maltés, economista y magíster en ciencias políticas, ex presidente de la CUT y asesor del DPS, señaló en EL HERALDO que se trata de “un triunfo del presidente Petro que de manera persistente ha insistido en que se recuperen los derechos de los trabajadores y trabajadoras que el uribismo nos quitó en 2002”.

Resaltó en este sentido el líder sindical: “Logramos derrotar en la Comisión Cuarta, en cabeza de la senadora Lozano, que se pretendía el trabajo por horas, la jornada de cuatro días para acabar con los recargos nocturnos, dominicales, festivos y el trabajo por horas que era una vieja aspiración del duquismo en el gobierno pasado; los trabajadores recuperan el contrato de trabajo como un elemento central en las relaciones laborales, y eso puede implicar que en el corto plazo 6 o 7 millones de trabajadores se formalicen, tengan contrato de trabajo y cesen las relaciones precarias”.

De igual modo, subraya Maltés, “se recuperaron los recargos nocturnos, dominicales y festivos, de forma gradual; se recuperó el contrato de trabajo para los aprendices del SENA para su última etapa productiva, se recuperaron derechos para los trabajadores de reparto de las plataformas, y para algunos gremios especiales como periodistas, deportistas, trabajadores de la televisión, es expresa la ley en que deben tener contrato de trabajo”.

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Aunque, advirtió que hizo falta “todo lo que tiene que ver con el manejo de las relaciones colectivas, faltó el capítulo que no fue tramitado en la Cámara: cómo se dan las relaciones entre el movimiento sindical y los empresarios, y proponíamos que la negociación de base, empresa-sindicatos, fuera secundaria y que la principal fuera por rama de actividad económica”.

El senador Carlos Meisel, ponente del Centro Democrático, cuestionó en EL HERALDO que “En esta reforma laboral se le venden varias mentiras bien disfrazadas a la ciudadanía. Los que hoy aprueban eso tendrían que responderle al país por las consecuencias que traerá en un futuro, aunque dudo que lo hagan. Nosotros consideramos igual de valioso al operario de una máquina en una fábrica que al señor que tiene una panadería en un barrio popular de Colombia. Y lo único que pedíamos es que se atendiera de manera diferencial las micro y pequeñas porque no es cierto que tienen las mismas posibilidades de las medianas y las grandes”.

Así mismo, critica que “engañan al joven aprendiz del SENA cuando le dificultan más su entrada al mercado laboral; lo único que querían era la plata de la monetización por su reemplazo; engañan a la mujer cuando le permiten que la menstruación con endometriosis sea una causa de faltar al trabajo, pues dificultará su acceso al mercado laboral; y engañan a los informales, engañan al desempleado condenándolos a dificultar conseguir un empleo formal”.

Por último, advirtió Meisel Vergara, “este es un gobierno donde la extorsión, la salud, los impuestos y la corrupción brindan un escenario bien adverso para el empleador y el trabajador, cosa que tampoco dicen”.

El senador Pedro Flórez, del Pacto Histórico, expresó en EL HERALDO que la reforma “representa una victoria para millones de trabajadores colombianos y un triunfo político de quienes creemos que el trabajo digno debe ser la regla, no la excepción”.

Expuso en esta línea que “esta no es una reforma cualquiera: fue archivada, revivida mediante apelación con un informe positivo que defendimos con convicción, y luego discutida y aprobada artículo por artículo. Se sostuvo por la fuerza de la movilización social y por el respaldo ciudadano a los 12 puntos de transformación laboral propuestos en la consulta popular (...). Esta reforma es la demostración de que es posible avanzar por la vía institucional”.

Reconoció que “esta reforma no lo resuelve todo: quedaron por fuera temas como el bono pensional campesino o la licencia menstrual, entre otros. Pero lo logrado es un nuevo piso de derechos, es el punto de partida para seguir legislando, no el techo de lo posible”.

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Y puntualizó Flórez Porras que el reto ahora “es su implementación efectiva, el Ministerio de Trabajo y todas las instituciones competentes deben garantizar que lo aprobado se cumpla. La reforma será útil en la medida en que cambie la vida de quienes sostienen la economía nacional. Me enorgullece haber hecho parte de este proceso, haber defendido su continuidad cuando intentaron cerrarlo y haber contribuido desde el Congreso a que esta victoria fuera posible y hoy el país tiene una nueva legislación laboral”.