Los habitantes de Tuluá, en el Valle del Cauca, vivieron una tarde de terror este miércoles 4 de junio, por hechos violencia que criminales, al parecer pertenecientes a la banda ‘La inmaculada’, perpetraron presuntamente como retaliación por las medidas que tomaron las autoridades alrededor Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá, quien es señalado de ser el líder de dicho grupo armado.
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En la ciudad vallecaucana fueron incinerados cuatro vehículos. El alcalde Gustavo Vélez decretó un toque de queda a partir de las 6 de la tarde para prevenir más acciones criminales.
El mismo ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se refirió a la situación, asegurando que la violencia desatada en Tuluá se debe a la decisión del Gobierno de extraditar a Marín Silva a Estados Unidos.
“Estos hechos se presentan tras la notificación de extradición de alias ‘Pipe Tuluá’, cabecilla de esa organización que asesinó a decenas de colombianos y solo ha traído dolor al país. No es coincidencia: es una reacción desesperada de quienes le temen a la justicia por los delitos cometidos”, se lee en un trino del ministro.
Por otro lado, también se conoció que la banda habría perdido una importante suma de dinero que era para un plan de fuga de alias Pipe Tuluá de la cárcel de La Picota, que fue descubierto y frustrado por las autoridades.
De acuerdo a Blu Radio, habrían recolectado 800 millones de pesos producto de extorsiones a empresarios y comercios. El dinero era para pagar sobornos a funcionarios de la cárcel, así como pagos de logística y traslado.
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A ‘Pipe Tuluá’ lo trasladaran de La Picota a la estación de Policía de la localidad de Los Mártires, en el centro de Bogotá, el mismo miércoles.
El líder de esta banda, que opera en Tuluá y otras localidades del Valle del Cauca, cumple actualmente una condena de 30 años por crímenes cometidos en la región, entre estos, al menos 39 asesinatos y siete tentativas de homicidio.
El poder de este criminal se expandió hasta Popayán, Armenia, y La Tebaida, en el Quindío. Fue señalado como el responsable de gran parte de los cobros extorsivos contra comerciantes en estos lugares.
La Fiscalía señaló que entre 2011 y 2017, alias Pipe ordenó 46 homicidios desde las cárceles donde estuvo recluido. Los crímenes incluyen asesinatos de comerciantes, miembros de su misma organización, un guardia del Inpec, y hasta un cerrajero.