En un evento realizado en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro pronunció un discurso que, aunque inició como un acto de reconocimiento y presentación de disculpas a la comunidad de paz de San José de Apartadó, rápidamente se convirtió en una crítica directa a varios expresidentes que han manifestado públicamente su rechazo a la consulta popular que el Gobierno pretende convocar por decreto.
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Durante su intervención, el jefe de Estado dirigió duras palabras contra Álvaro Uribe Vélez, Iván Duque, Juan Manuel Santos y Andrés Pastrana, a quienes calificó como una “banda de hampones”.
“Nos han gobernado asesinos”, afirmó. “Una banda de hampones, nacidos en Chapinero alto lujoso y en El Poblado de Medellín. Y el resto de Colombia ha tenido que ser víctima de injusticia y de ignominia”, dijo el mandatario, al señalar que los exmandatarios, pese a sus diferencias políticas, se habrían unido para bloquear la iniciativa de participación ciudadana.
En este mismo discurso, Petro insinuó que uno de los exmandatarios, sin mencionarlo por nombre, ha sido marginado de los círculos de poder por haber impulsado el proceso de paz. “Uno suplica porque lo acepten en el club, porque se siente muy desolado porque lo sacaron del club de los oligarcas por hacer la paz”, dijo, en alusión a las divisiones dentro del establecimiento político.
Asimismo, el primer mandatario cuestionó la legitimidad de los gobiernos que lo precedieron, aludiendo a la violencia sistemática y la desigualdad social que, según él, caracterizaron esas administraciones.
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Como respaldo, el actual mandatario citó cifras de la Comisión de la Verdad, según las cuales 700.000 colombianos han sido asesinados desde el 9 de abril de 1948. “¿Eso es una democracia? No nos digan mentira, no nos engañen”, exclamó.
El presidente también criticó lo que considera una defensa superficial del Estado de derecho por parte de sus opositores. “¿Cómo puede decir una Constitución que buscamos construir un Estado social de derecho y, al mismo tiempo, ser el tercer país más desigual del mundo? Alguien miente”, precisó Petro.
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A su juicio, las normas no pueden limitarse al cumplimiento formal, sino que deben orientarse a la justicia social. “Si solo buscara normas, esas normas estarían ocultando la masacre. Pero si las normas llevaran a la justicia social, que es lo que indica un Estado social de derecho, no habría masacre en Colombia”.
En medio del debate político por la viabilidad jurídica de la consulta, el mandatario defendió la idea de que todos los poderes del Estado deben subordinarse a la voluntad popular. “Claro que tenemos una bandera que conquistar hacia adelante, y es que hay que construir un Estado social de derecho que implique independencia de poderes, sí, pero los tres poderes se subordinan al poder legítimo, único y exclusivo, que es del pueblo de Colombia”, afirmó. A su juicio, todo lo demás representa una “aristocracia falsa de sanguinarios”.