Tilda Swinton, la musa del controvertido Dereck Jarman, la figura que redefine la idea de lo femenino en la gran pantalla y la voz irreverente que pone el foco sobre su mismo rol de actriz, cumplió ayer su esperada cita con estudiantes, productores y realizadores del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Su visión del arte y las complejas formas en las que se debate constantemente entre actuar y escribir, dieron inicio a un vibrante conversatorio en el que cerca de 300 asistentes al patio del Claustro Santo Domingo sucumbieron ante los relatos pausados y cargados de humor de la rubia de 57 años.
'A mí lo que realmente me interesa del arte es lo que me revela', describió la aclamada actriz, quien sin asomo de ironía definió su trabajo como una 'distracción de más de 30 años'.
'Yo entré a la universidad a estudiar literatura. Empecé a actuar porque me encontré con gente maravillosa que amaba. A mí no me interesaba el teatro sino el cine, pero en ese momento el cine que se hacía en Londres era muy nostálgico, algo que no me atraía mucho hasta que me encontré con Dereck Jarman', relató Tilda sobre Caravaggio, su primera película, y la que terminó atándola a una relación de intensa amistad y trabajo con el director británico que murió en 1994.
Siete películas en nueve años, hablan mejor que cualquier sinopsis de la conexión que lograron Tilda y Jarman, y que ella orgullosamente define como su mayor logro dentro de la industria del séptimo arte.
Para la actriz escocesa, esa posibilidad de trabajar entre amigos y de ver la actuación como algo banal, es quizá lo que le ha permitido mantenerse en el mundo del cine por más de 30 años.
'Mi enfoque de la actuación es muy banal. No es para nada sofisticado (…) Yo nunca hice planes como tener una carrera o algo así, literalmente creo que cada trabajo que hago es el último, y que luego me voy a dedicar a escribir', aseguró la actriz, que puede saltar con destreza de la interpretación de un joven andrógino en la galardonada Orlando de Sally Poter, a la temida bruja blanca de la serie de películas de Disney Las Crónicas de Narnia.
Durante el conversatorio que se extendió por más de una de hora con el director de actores Juan Pablo Félix, la ganadora del Óscar reveló que aunque esta es su primera vez en Latinoamérica, desde que llegó a Cartagena sintió una 'conexión maravillosa' con el país.
'Es algo muy profundo llegar a un lugar que sientes de toda la vida. Me siento como en casa, en un sitio muy familiar y eso tiene que ver con Gabriel García Márquez', dijo la actriz que inmediatamente explicó esta conexión con sus lecturas de Cien años de soledad cuando apenas tenía 14 años.