'¿Están listos para que les estalle el cerebro?', es el saludo del español Javier Santaolalla, doctor en física, licenciado en ingeniería de telecomunicaciones y youtuber que a través de sus canales acerca a las personas la ciencia que ha estudiado casi toda su vida.
Date un voltio y Date un vlog son sus canales de divulgación científica. En los dos tiene 732.000 suscriptores, sin duda un récord inesperado de aceptación, incluso para él mismo. Ahí narra historias de personajes científicos, elimina mitos físicos, comparte con otros divulgadores y propone retos.
'La física empecé a estudiarla en la universidad. Fue un flechazo en mi vida, como algo increíble que descubrí. Luego del doctorado me di cuenta que mi pasión por la comunicación la podía combinar con la ciencia y convertirme en divulgador científico, un trabajo muy bonito', explica Santaolalla en el marco de la Feria Internacional del Libro, a la que acudió como invitado, llenó conferencias y motivó a los jóvenes a interesarse por la ciencia.
YouTube tiene 'una cosa muy bonita' para él, es el hecho de llegar a todos los países y a gente joven. 'Los chicos están llamados a cambiar la sociedad y es un orgullo poder transmitir un poquito de mi conocimiento a las nuevas generaciones, que estoy convencido que están súper preparadas', afirma.
Inspiración
Era estudiante de ingeniería cuando cayó en sus manos Breve historia del tiempo, de Stephen Hawking. Él no fue la excepción, tal como sucedió con otros científicos y divulgadores, Hawking les cambió la forma de ver la vida.
'Leerlo me transmitió su pasión por la ciencia. Aprendí muchas cosas del universo que no sabía y fue ese libro el que permitió que hoy haga esta labor, intentando inspirar a tanta gente como él lo hizo conmigo'.
YouTube es solo una parte de su labor, hace radio, televisión, escribe libros, dicta conferencias y se apunta 'a cualquier plataforma que dé voz para poder transmitir la pasión por la física con el fin de llegar a mucha gente'.
La física es dura, sostiene. La clave es concentrarse, dedicarle tiempo, pero al final, cuenta, 'es muy agradecida porque cuando empiezas a entender las cosas, a ver cómo funciona el mundo, da ese toque de pasión que hace que el esfuerzo valga la pena'.
Confiesa que entre más cosas descubre en la ciencia, más cosas deja de saber y más dudas quedan.
'Por cada pregunta que respondes surgen otras tres (...) Ahora la mayor pregunta sobre la física es qué es la materia oscura. Sería un gran descubrimiento'.
Ha estado cuatro veces en Colombia dictando conferencias y hablando con estudiantes. Sin embargo le ha quedado uno que otro espacio para ver cómo se desarrolla la ciencia en el país y la pasión que se le imprime es la virtud que rescata.
'Lo poco que he visto me ha agradado muchísimo, hay mucha pasión y ganas de aprender por parte de los estudiantes. Va por buena línea y espero que poco a poco vaya apostando más por la ciencia'.
De esos cuatro viajes, que han incluido ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Cartagena, cuenta entre risas que 'cada una tiene un toque especial'.
Sin embargo, se lanza a decir que tiene un 'cariño muy especial' por Cartagena, porque es el lugar donde más tiempo ha estado. 'Sin desmerecer a otras ciudades, Cartagena tiene un rinconcito en mi corazón, su cultura, la gente, la naturaleza', describe.
Esfuerzo y conocimiento, la fórmula
Los consejos que más recuerda son los que le ha dado su familia, en especial su padre. 'Trabajar, esforzarse, no olvidar de dónde vienes y cuál es el objetivo de lo que estás haciendo', dice.
La ciencia también transmite los valores de trabajo, compañerismo y colaboración, destaca Santaolalla. 'Soy afortunado que mucha gente me escuche, es una responsabilidad, muchos están pendientes de lo que puedo transmitir'.
Si pudiera tener un superpoder, ese, sin dudarlo, sería el del conocimiento, 'el mejor de los superpoderes', como lo califica.
'Con un buen conocimiento puedes transformar el mundo a tu alrededor. Algunos de los superhéroes más poderosos lo hacen a través del conocimiento como Iron Man'.
No hay fórmulas para divulgar ciencia y para vivir, 'al final cada persona tiene sus características, su forma', su estilo.
Sostiene que no hay un ingrediente secreto y lo más importante es que cada uno 'lo haga a través de sus capacidades y forma de entender la ciencia'. Eso sí, siempre con disciplina y buen ánimo para que sea de forma divertida.