Para el exalcalde de Valledupar, Elías Ochoa Daza, secuestrado junto con su hermano Eliécer, el 22 de abril de 1998 por el frente 41 de las Farc cuando visitaban una finca de su propiedad en el municipio de El Paso, es esta guerrilla con su 'enriquecimiento sin causa' la que debe asumir la indemnización de las víctimas y no el Estado.
De ser el Gobierno el que haga la reparación, significa para Ochoa, que todo el dinero y los bienes adquiridos por las Farc producto del secuestro y el narcotráfico, prácticamente quede 'intocable'.
'Nada puede compensar los daños causados, mucho menos en casos de las muertes, pero indemnizar por su cuenta puede mitigar un poco a las familias, muchas de las cuales, quedaron en la ruina por las acciones de las Farc', sostuvo.
Calificó como importante, dentro de las bases del acuerdo en tema de víctimas, la no repetición y el esclarecimiento de los desaparecidos. 'Todavía hay hogares que viven bajo la incertidumbre por sus seres queridos de los que no tienen pistas, víctimas de las Farc. Por ejemplo, a nosotros nos secuestraron un sobrino en una toma a Patillal y hasta el sol de hoy no sabemos qué sucedió con él, entonces conocer la verdad, es algo que por lo menos nos daría tranquilidad'.
Elías Ochoa, recuerda que la época de los secuestros fue la más dura para su familia. 'Lo peor que le puede pasar a una persona, despúes de la muerte es el secuestro', señala al precisar que estuvo con su hermano 7 meses en poder de las Farc, siendo liberados tras concretar una millonaria negociación. 'Fue una afectación patrimonial muy grande la que tuvimos', precisa.
Y es que los Ochoa sufrieron por esta modalidad ilegal, no solo a manos de las Farc. El 28 de noviembre de 1988, a pocos días de ser liberados Elías y Eliécer; el frente 6 de Diciembre del ELN secuestró en la vía Valledupar-Río Seco a Víctor Ochoa, otro de sus hermanos, que en la incursión de abril había logrado escapar de las Farc, tras ser avisado por un escolta que la guerrilla se había metido a la finca. Fue liberado el 28 de junio de 1999, luego de que su familia hiciera un pago millonario.
Poco antes de la Semana Santa del año 2000, el mismo frente 6 de Diciembre secuestró al hermano menor de los Ochoa, José María, quien cayó en poder de los guerrilleros cuando visitaba una propiedad rural cerca de Valledupar, permaneció tres meses en cautiverio. Y cuando aún no se reponían de los secuestros de la guerrilla, el 13 de enero de 2002, nuevamente fue plagiado Víctor Ochoa Daza, esa vez por el Bloque Norte de las Autodefensas al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. Lo estaban esperando en su finca en El Paso, permaneció ocho meses en poder de los paramilitares, y también pagaron por su liberación.