Compartir:

El inconformismo es bueno como medio de superación, no como mecanismo de protesta gratuito inconsecuente.

El descontento con los niveles de corrupción que manejamos, con los niveles de desigualdad económica y social, el nivel de desempleo, de inseguridad, de desescolaridad, etc.; no es del Sr Petro y sus seguidores; no faltaba más, el descontento es de los 51 millones de personas que habitamos nuestro queridísimo País.

No podemos engañarnos con que de la noche a la mañana vamos a cambiar esta situación, además muy propia de las Economías SUB con un cambio de Sistema Capitalista a uno Socialista que por experiencia real y comprobada sabemos es un verdadero desastre en estos países jóvenes en vías de desarrollo, no nos dejemos engañar con palabras bonitas y sonoras, no nos dejemos engañar por el deseo de escuchar algo fantasioso dicho por un profesional experto, no en Administración Gubernamental ni mucho menos Empresarial, sino en convicción y manejo de masas, experto en oratoria, percepción y persuasión.

No nos dejemos llevar por resentimientos y rencores inculcados que se terminan convirtiendo en odio, odio entre hermanos colombianos de la misma sangre, comunidad e historia.

Miremos nuestro presente y futuro con toda la madurez y objetividad, con toda la neutralidad y criterio necesario, sin apasionamientos de ninguna especie, miremos como es debido, miremos a los 10 millones de cubanos, 30 millones de venezolanos, 8 de nicaraguenses, 40 de argentinos, 20 de chilenos, 30 peruanos, 12 bolivianos; sin salirnos del vecindario para conservar nuestro sentimiento de confraternidad y aprecio con estos hermanos que están pasando por esta triste y lamentable circunstancia político-económica.

Los cambios son buenos, pero a favor..

Hector Asaf Quintero