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Los medios de comunicación y El Invima, han dado cuenta que, en diversas instituciones educativas se han presentado casos en donde los jóvenes están mezclando el medicamento sildenafil, más conocido como viagra, con bebidas azucaradas. Invima, a propósito de ello lanzó la alerta sobre el mal uso que se viene haciendo de este medicamento, presentándose intoxicaciones por el uso inadecuado, y emitió un comunicado en donde señala los usos, indicaciones y contraindicaciones. Recalca que, “sólo debe administrarse bajo fórmula médica, no está permitido para menores de 18 años y no tiene fines recreativos”. A la fecha ha ocurrido en los Dptos. de Antioquia, Atlántico, Cundinamarca, y en Cúcuta.

¿Cuál es la relación de los adolescentes con el viagra? Muchos son los factores que influyen en cuanto a la decisión de un adolescente sobre el ingerir o no una droga. En este caso según comunicado la entidad reguladora de los medicamentos en Colombia, el uso inadecuado, fue producido “al ser utilizado para cumplir con retos virales que se encuentran circulando en las redes sociales”, y gran número de los padres, teniendo en cuenta que son adolescentes en edad escolar de nivel medio superior, en donde la mayoría sabe utilizar el buscador de Google, allí se identifica y dice cómo funciona el medicamento, “que es un vasodilatador con capacidad para abrir las arterias, aumenta así el flujo sanguíneo del pene para ayudar a la persona a tener una erección”, de ahí que los efectos buscados con su consumo se sitúan especialmente en la esfera sexual, factor que ha podido influir en su decisión donde se les es ofrecido el consumir el viagra o donde han sentido la curiosidad por probarlas.

Se podría suponer que ha sido un consumo experimental, y uno de los elementos importantes de resaltar en esta etapa del consumo, es que los primeros contactos con la droga son muy poco placenteros, más bien desagradables, por esta situación, la gran mayoría de los consumidores experimentales, no repiten el consumo.

Pero, como en todo reto inicial, en la mayoría de las veces, se encuentra presente alguien de mayor experiencia, quien muchas veces ha facilitado la droga y además asegura que los efectos sentidos son normales y que pronto cesarán, a medida que la persona se acostumbre. Así que el riesgo no radica en el hecho de probar por primera vez una droga, sino el que aparece con la cotidianeidad de consumo, qué los vuelve dependientes con el tiempo.

La preocupación de los padres no es menor habida cuenta que existe una mitificación de esta droga como aumentador de la potencia en el desempeño sexual, y puede producir una sensación de exaltación (interés por el sexo) y un incremento en su deseo sexual.

Agustín Guerrero Salcedo