
En este nonagenario del célebre maestro Fernando Botero, viene a nuestra memoria el recuerdo de aquel joven pintor a quien tuvimos la oportunidad de tenerlo como profesor de dibujo cuando en Bogotá estudiábamos en Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia. Botero contaba apenas con 27 años de edad y en sus clases nos daba a conocer su concepto del volumen, con respecto al dibujo de frutas y otros ejemplos.
En esa época nuestro maestro ya era dueño de varios premios nacionales de pintura, lo que vaticinaba el advenimiento de nuevos reconocimientos especialmente en el campo internacional.
Era muy serio en sus clases. Eso no impidió que cualquier fin de semana nos invitara a su casa taller en el barrio Teusaquillo, en donde acudimos todos sus alumnos, mostrándonos la cara de un ser sencillo que le gustaba departir con sus alumnos.
Merecido es el reconocimiento mundial que se le está cumpliendo al maestro, con la seguridad de que seguirá sorprendiéndonos en el campo de la pintura y la escultura.
José Portaccio Fontalvo
Más Cartas de los Lectores

Nuestro Maestro Fernando Botero | Los lectores escriben
Cuando en los años 60 asistíamos a las clases de dibujo y pintura que nos enseñaba un joven paisa pintor de 30 años de edad, ya admirábamos sus dotes de docente y la forma de llegar a sus discípulos, entregándoles sus conocimientos. S

¡Cómo les explico esto! | Los lectores escriben
El abuso empezó a manos de europeos que nos tildaron de indios, de aborígenes y de uno que otro apelativo que se inventaron en la real academia española. Desde entonces, nuestro mayor pecado fue y ha sido la ingenuidad, esa misma inocencia que

El estrés de la Selección Colombia | Los lectores escriben
Fui invitado al festejo de cumpleaños 70 de Gustavo Llano Marino y no pude evitar la tentación de que me contara algo sobre “el cóndor cole” y más allá de lo descrito por él existe la pasión por su personaje y lo que significa para sí

Comunicarse con honestidad | Los lectores escriben
Si nos adentramos en la intimidad de los actos comunicativos en todo tipo de relaciones, lo que encontramos sería infinitas formas de no comunicar...
El silencio, los mensajes dobles, las ironías, los sarcasmos, el manoteo (dar golpes