La pandemia estimuló la ambición y la insensibilidad social de muchos colombianos haciéndolos más ricos a costa de los padecimientos de la población carente de recursos y víctimas de la covid 19. Pensé que una vez pasado este desastre humanitario se iba a moderar nuevamente la explotación económica de los mercaderes, pero no ha sido así y ha quedado latente –o incluso peor– la actitud de muchos comerciantes en acaparar mercancías e incrementar su valor en forma desmedida, especialmente en algo básico y fundamental como son los alimentos. O sea, continúa el acaparamiento y la especulación llamándolos ahora con el pomposo nombre de “inflación”.
Que la inflación es la causa de estos elevados y constantes precios de los alimentos y canasta familiar es un galimatías para no sancionar a muchos dueños de tiendas y supermercados que, con el cuento de la guerra de Ucrania y el incremento del dólar, siguen acaparando y especulando. No hay reciprocidad entre los dos sucesos (Ucrania y dólar) y tan alto incremento de los precios al consumidor. Alguien se dio a la tarea de comparar precios entre varios puntos de venta y las diferencias eran notables en un mismo día y ciudad. Incluso en redes circuló una comparación en dólares entre un kilo de arroz en Colombia con uno en Venezuela y eran más elevados en nuestro país.
Hace unos años existía en Colombia la Oficina de Control de Precios y Medidas, que más o menos controlaba la especulación y no se supo por que la eliminaron. Incluso antes de la pandemia ya no funcionaba.
Esta oficina evitaba que noticias exageradas o mal intencionadas en la prensa crearan un seudopánico económico que aprovechan algunos para elevar precios sin control. La prensa se presta para crear crisis exagerando los eventos como “gran sequía en la India causa déficit de arroz mundial”, siendo que fue un evento de hace dos años y que en Colombia no importamos arroz de ese país.
Vayan a visitar tiendas y supermercados y publiquen semanalmente los precios de los alimentos y la canasta familiar que realmente son.
Álvaro Jurado N.
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