El avance de las nuevas tecnologías ha influido notablemente en el desarrollo de la comunidad infantil. Cada vez que estas avanzan, seducen la atención de los pequeños hasta atraparlos por completo; simplemente, la curiosidad de probar un nuevo videojuego puede ser más seductor que una pequeña golosina. Sin embargo, algunos expertos han considerado los riesgos que estas podrían generar cuando no se toman las medidas pertinentes.
La pantalla captura rápidamente la atención de los niños. En 2020, los menores entre 4 y 16 años aumentaron el uso de redes sociales; por otro lado, el uso de las aplicaciones educativas se mantuvo entre un 76% debido a la pandemia. No obstante, el tiempo invertido por un niño en el móvil no pasó desapercibido.
El uso excesivo del móvil en menores podría generar problemas en su entorno social. La imaginación de un niño se consideraba más activa antes de la llegada de las nuevas tecnologías, cuando estos tienen su atención centrada a la pantalla, estas ya hacen el trabajo de crear un mundo hacia ellos. Algunos podrían experimentar ludopatía si el tiempo en el móvil no es el prudente. Otros, la necesidad de recrearse o participar en actividades lúdicas puede ser aburrida si no existe un control por parte de sus superiores. Algunos pudieron ser víctimas del grooming, ciberbullying, sexting; entre otros peligros que abundan en estas tecnologías.
Según la Licenciada en Pedagogía Infantil de la Universidad de La Guajira, Lideth Vega, asegura que uno de los concejos más inteligentes consiste en estimular sus talentos para que estos no se pierdan, motivándolos con aquello que más les apasiona; como los deportes, artes, bailes entre otros. Según la experiencia de la profesional en el campo de la pedagogía, estos estímulos podrían de cierta manera ayudar a disminuir su necesidad de centrar la atención en el dispositivo de manera parcial. Sin embargo, no deja siempre de depender de los padres.
El uso de las TIC en esta comunidad podría generar ciertos riesgos si no son controlados en el tiempo necesario. No obstante, un correcto uso durante un tiempo adecuado y bajo la supervisión de un adulto no generaría ningún tipo de riesgo.
Brandon Smith Martínez Costa