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Los productores de bebidas alcohólicas promueven su promoción mediante la publicidad a través de una variedad de medios, aunque la ley fija límites a esa publicidad, las medidas existentes o son insuficientes o hay dificultades en su aplicación y no han conducido satisfactoriamente a la prevención o reducción en el consumo de alcohol. A pesar de los esfuerzos, ha fallado la intención de pretender sensibilizar a la sociedad sobre el consumo del alcohol y que provoca muchos más problemas que todas las drogas ilegales juntas. El gran negocio de las sustancias legales “bebidas alcohólicas”, disponen de abundantes recursos y estrategias para promocionarlas, entre los que destaca la publicidad de sus productos a través de los medios de comunicación social, con mensajes que, según los expertos, desde las perspectivas de la teoría del aprendizaje social, favorecen un aprendizaje incidental del consumo del alcohol. Desde la teoría cognitiva, contribuyen «a la aceptación e integración del alcohol como elemento positivo y deseable, así como al mantenimiento de un entorno favorecedor y permisivo que validará el consumo de esta sustancia».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre los daños que la ausencia de regulación de la comercialización, la publicidad y la promoción transfronteriza del alcohol causan en los jóvenes, y consumidores de este tipo de bebidas. Señala que los controles sobre la comercialización del alcohol son muy escasos en comparación a los que tienen que pasar otros productos psicoactivos. Sostuvo que “con una mejor regulación de la comercialización del alcohol, bien aplicada y más coherente, se salvaría y mejoraría la vida de los jóvenes en todo el mundo”, y recordó que su consumo “roba a los jóvenes, a sus familias y a las sociedades su vida y su potencial".

Señalan el creciente uso de las redes sociales para la publicidad del alcohol, son el blanco perfecto para atraer a los jóvenes, y “gran parte del crecimiento de la comercialización del alcohol tiene lugar gracias a las redes sociales”.

Los estudios concluyen que, si bien el consumo de alcohol está influenciado por varios factores, se ha demostrado "la asociación entre la publicidad y el aumento del consumo y también el mayor riesgo de convertirse en bebedor habitual", señalando que, si se reduce y controla la publicidad de las bebidas alcohólicas, el consumo disminuiría.

Agustín Guerrero Salcedo