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Los seres humanos vivimos tantos procesos de cambio y está es nuestra capacidad de adaptarnos a ellos, hacer elecciones y finalmente ser los arquitectos de nuestra propia vida. Primero está en lo que imaginamos, luego hacer realidad esa vida anhelada desde el deseo y cada acción que suma con determinación un resultado, que es el que vivimos hoy. En ese camino y búsqueda vemos la felicidad como reto o meta y no parte del camino. Y ser feliz implica no solamente llegar a una meta, si no vivir la experiencia en la que elijes la felicidad como camino y dejas de verla como un reto.

Un día, mientras caminaba en un parque, me encontré con un anciano que parecía irradiar una tranquilidad y serenidad lo cual llamó mi atención e intrigada, decido entablar una conversación con él. Durante su charla, el señor Samuel, me compartió una valiosa lección sobre el camino hacia la felicidad. Me dijo que la verdadera felicidad no se encuentra en circunstancias externas, sino dentro de uno mismo. Me explicó que la felicidad es un estado interno que se nutre de nuestras actitudes, nuestras relaciones, la forma en que percibimos y nos relacionamos con el mundo.

Don Samuel me habló de la importancia de la gratitud de aprender a apreciar las pequeñas cosas de la vida y a encontrar belleza en |lo simple. El acotó, que el vivir en el presente, el disfrutar de cada momento y a cultivar una actitud positiva hacia las experiencias cotidianas son las maneras sencillas para experimentar la felicidad. También me recordó que la verdadera felicidad no es un destino, sino un viaje constante de crecimiento y autoconocimiento.

Inspirado por sus palabras, yo tome la decisión emprender mi propio camino feliz, y construir mi propio imperio de Felicidad Comencé a practicar la gratitud diariamente, anotando las cosas por las que se siento agradecida. Abro mi corazón a la belleza de la naturaleza y encuentro alegría en los pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos, ahora busco formas de hacer una diferencia en la vida de los demás. Me uní a este nuevo propósito de vida y comparto mi tiempo y habilidades con aquellos que lo necesitan. El camino hacia la felicidad está en tu corazón y acciones. Recuerda la importancia de vivir en el presente, practica la gratitud y cultiva relaciones significativas. La felicidad no es un destino final, sino un viaje constante de crecimiento, autodescubrimiento y contribución hacia los demás.

Te deseo una vida maravillosa donde puedas realizarte, encontrar la paz y la tranquilidad, en ese camino que nos lleva a la verdadera felicidad. Quién es feliz con lo que tiene, podrá vivir sin ningún tipo de problemas bajo cualquier circunstancia. La felicidad se construye desde tu interior. Y si no sabes por dónde empezar aquí estoy para apoyarte.

Diana De La Hoz

Coach de la felicidad