En días pasados se llevó a cabo la final del torneo de Wimbledon, el campeonato más antiguo del tenis y considerado el más prestigioso de todos.
Con una rica historia deportiva y cultural, Wimbledon nos llena de emociones intensas, cada jugada, cada match point, cada servicio transmite adrenalina, felicidad, enojo e incluso frustración. Y eso que la mayoría lo vivimos a través de una pantalla.
Pero Wimbledon no se quedó solamente en las emociones del deporte. Desde 2006, gracias a una iniciativa liderada por el All England Lawn Tennis Club (AELTC), se realiza el Championships Artist Program, en el que cada año se comisiona a un artista para capturar la esencia y la atmósfera del evento a través de una expresión artística.
Esta estrategia ha construido una colección de arte única, capaz de reflejar con gran sensibilidad las emociones que se viven durante el torneo.
Puntualmente para este año se me hace una elección fascinante. La artista seleccionada en 2025 fue Gabi Taylor, extenista profesional que se retiró del deporte en 2020 a los 22 años.
Taylor tuvo la oportunidad de competir en Wimbledon en 2018, lo que le permitió comprender profundamente el ambiente y las emociones que rodean el torneo.
Hoy, transmite esa vivencia a través del arte, su nuevo medio de liberación tras enfrentar problemas de salud mental que supo transformar en creación gracias al pincel y lienzo.
La obra que realizó para Wimbledon representa la energía y el espíritu festivo de la afición reunida en The Hill, una zona vibrante y cargada de emociones.
Para Taylor, el tenis y el arte tienen una conexión singular, aunque son disciplinas distintas, comparten la capacidad de crear y transmitir emociones.
Una vez más, el arte nos demuestra que está presente en todo, en lo cotidiano, en lo simple y en lo complejo. Solo hay que disponerse a percibirlo, a leer el mundo con ojos de arte.
Arq. Natalia Aguilar Yarala
aguilaryaralanatalia@gmail.com