‘Baile plebe’ calienta ánimos en Concejo de Cartagena
Barras a favor y en contra se enfrentaron a gritos en la sesión para discutir el proyecto que busca controlar música en las barriadas.
Los ánimos se caldearon cuando el dirigente popular y organizador de bailes, Moisés Ariza, dijo en tono enérgico que lo que quería en el fondo el concejal Antonio Salim Guerra Torres era captar los votos de los evangélicos de Cartagena para mantener su curul en las próximas elecciones.
En presidente de la audiencia pública, concejal David Múnera, tuvo que hacer sonar la campana y llamar al orden.
Ni aún así hubo compostura en la sala. Las barras a favor y en contra del proyecto de Acuerdo que busca controlar la música y bailes sexuales en las barriadas de Cartagena intercambiaron sus posiciones a voz en cuello.
La celebración de la audiencia pública de la iniciativa de Guerra ha generado un gran debate no solo en la ciudad, sino en el país.
En el Concejo, enemigos y adeptos de este proyecto, expusieron sus puntos de vista sobre el particular. Ahora el fin de semana se sabrá su suerte, porque se llevará a plenaria para que los concejales le den luz verde o lo archiven.
En la sesión hubo desde evangélicos confesos, ‘magister en sexología’, profesoras, funcionarias del ICBF, de la oficina de Salud del Distrito y de Medicina Legal, hasta champeteros de racamandaca y cantantes de este género que hoy es furor en la nación.
El director de Medicina Legal, Álvaro Hernández Zambrano, desde su puesto en los estrados directivos de la corporación, y enfundado en una solemnidad muy adecuada a su cargo, dijo: “Ese baile simula el coito…es una conducta sexual inadecuada disfrazada de baile”.
Hacía unos minutos, la audiencia se alborotó cuando el concejal Guerra, al inicio de la sesión, pidió que pusieran los videos de los bailes en los monitores. Hubo rumores y voces en alto cuando se vieron las imágenes de los niños en las calles de sus barrios haciendo en pleno los pasos del ‘baile plebe’, como ellos le llaman.
“No tiene nada de cultura”. Guerra, quien es el autor del proyecto, dijo que lo que quiere es regular el baile, que para él no es una manifestación cultural, sino “un indicio de la descomposición social que impera en la periferia y que se masifica en las redes sociales”.
Para él, este tipo de baile o “acto sexual”, como dijo que era, lo condena el Código Penal porque, a su parecer, induce o se realiza acto sexual abusivo con niños.
Y agregó: “Estoy convencido de que los padres son muy complacientes con este tipo de baile”.
Ariza, por su parte, dijo que el Concejal no tiene ninguna prueba de que haya personas que estén haciendo videos o induciendo a los niños a bailar. Y mucho menos condenados o detenidos por hacerlo.
Agregó que dudaba mucho de la legalidad de la iniciativa y que vaticinaba que por esta razón se iba a caer en el mismo seno de la Corporación.
A los funcionarios del ICBF les dijo que celebraba que estuvieran en la sesión, porque se han negado a ir a otros debates de temas, según él, más importantes como el atraso en los pagos a las madres comunitarias y los problemas de los niños con hambre en las calles.
Por su parte, el cantante Bibiano Torres, conocido en el mundo de la champeta como Anni Swing, nacido en Palenque y precursor del género, inició su intervención cantando unos versos en el que dejaba entender que la champeta no podía ser señalada de tantas atrocidades que le atribuyen.
Dijo que había que verla de manera “propositiva” (sic) y que él personalmente lleva desde el 2001 tocando las puertas del Distrito y de la empresa privada para realizar un festival de la champeta, “y no he podido”.
Dijo que cuando busca el apoyo para darle un realce positivo a la música no los atienden.
