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Desde que se conoció el Proyecto de Acuerdo radicado por el Concejo Distrital, el pasado 4 de junio, por medio del cual se buscaba regular 'los bailes sexuales o eróticos en menores de edad en el Distrito de Cartagena', denominado en el argot callejero como el 'baile plebe', la polémica no se hizo esperar.

La iniciativa del concejal Antonio Salim Guerra, quien desde un principio la defendió a capa y espada, fue puesta en el ojo del huracán por parte exponentes del género de la champeta, que consideraron que se trataba de una propuesta discriminatoria contra uno de los ritmos más representativos de los barrios populares cartageneros.

Las voces de protesta tuvieron como protagonistas desde uno de los máximos exponentes de la champeta en la actualidad, como Míster Black, hasta representantes del reconocido picó El Rey de Rocha, al que desde hace varios años no solo asisten los pobres, sino que también lo hacen jóvenes de sectores exclusivos como Bocagrande y la Zona Norte.

Pese al revuelo generado por quienes consideraron la iniciativa como 'discriminatoria' o 'carente de sentido', en el segundo debate realizado en el Concejo Distrital, el 25 de noviembre, el Proyecto de Acuerdo fue aprobado con 16 votos a su favor. Estuvieron ausentes Américo Mendoza, Vicente Blel y William Pérez .

Proyecto aprobado, pero con nuevo nombre

Aunque la iniciativa contó con el visto bueno del Concejo, en el Acuerdo Distrital ahora sobresale una modificación con respecto al nombre original con el que fue radicado el pasado 4 de junio.

El proyecto inicial 'por medio del cual se regulan los bailes sexuales o eróticos en menores de edad en el Distrito de Cartagena', según sus partidarios, ahora no solo hace referencia a un ritmo musical, como se le relacionó en un principio.

Tras ser estudiado por el Concejo Distrital, por casi seis meses, el nuevo nombre del Acuerdo pasó a enfocarse como 'la prevención de actos de erotización temprana o de cualquier acto que afecte la debida formación general de derecho sexual y reproductivo de los niños y niñas en el Distrito turístico de Cartagena de Indias y sus corregimientos'.

Con base en el cambio del nombre original, ahora mucho más largo, el Acuerdo Distrital quedó conformado por ocho artículos que, según el gestor de la iniciativa, Antonio Salim Guerra, buscan garantizar la protección de los derechos sexuales de los niños y adolescentes de la ciudad.

Los aspectos más destacados en los ocho artículos

En el primer artículo del Acuerdo Distrital, el Concejo propone fijar normas 'para prevenir la participación de niños y niñas en actos que incidan en la erotización', en Cartagena y sus corregimientos.

Agrega el artículo que se buscan consolidar políticas públicas 'de protección y prevención contra toda forma de exacerbación en niñas y niños'.

En el segundo artículo, el Acuerdo Distrital amplía aspectos como la 'erotización de niños' y 'abuso de una situación de dependencia'.

Con relación a la 'erotización de niños', de acuerdo con el documento, se hace referencia al rechazo de la 'inculcación de poses, actitudes y modos de comportarse propios del erotismo adulto'.

Según el concejal Antonio Salim Guerra, los comportamientos en los niños y adolescentes deben ser conformes a su edad.

'El niño pude bailar cualquier tipo de música, pero como niño. No como adulto, o como si estuviese en un acto sexual', dijo Salim Guerra.

Con respecto al 'abuso de una situación de dependencia', el Acuerdo Distrital busca ponerle freno a aquellas situaciones que puedan ser aprovechadas por personas adultas 'para tomar ventaja de la inocencia, candidez y dependencia de la niñez, para coaccionar o someter su voluntad en la participación de toda forma de erotización de niños y niñas'.

El papel de los planteles educativos

En el tercer artículo del nuevo Acuerdo Distrital, por primera vez en el documento, se menciona el rol que deberán cumplir las instituciones educativas oficiales y privadas de la ciudad.

De acuerdo con el documento, se busca que 'en las jornadas culturales en donde participen niños y niños no se practiquen actos que incidan en la erotización'.

Como complemento del tercer artículo, en el cuarto y quinto punto del Acuerdo Distrital se plantea la responsabilidad de la Secretaría de Educación Distrital, para evitar que los niños sean objeto de las conductas descritas.

'La Secretaría de Educación Distrital y la Escuela de Gobierno y Liderazgo iniciarán campañas pedagógicas, con el propósito de crear conciencia en los padres de familia en todo lo referente a la educación sexual y que prevenga actos de erotización temprana o de cualquier acto que afecte la debida formación general de derecho sexual y reproductivo de niños y niñas', quedó consignado en el quinto artículo.

Hacer valer el Código de Infancia y Adolescencia

Los artículos sexto, séptimo y octavo, destacan que, si son vulnerados los derechos sexuales de los niños y adolescentes, deben establecerse las sanciones morales y penales que correspondan.

Según el proponente Antonio Salim Guerra, debido a que este aspecto no le corresponde al Concejo, las Comisarías de familia tendrán la responsabilidad de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de los niños, cuando estos sean vulnerados.

El componente pedagógico

Según el concejal Antonio Salim Guerra, de la mano de la Secretaría de Educación, en el nuevo proyecto 'el componente pedagógico juega un papel fundamental'.

Según el promotor del nuevo Acuerdo Distrital, en los colegios de la ciudad se realizarán jornadas que han sido llamadas escuelas para padres.

'La educación sexual va a estar dada por los padres de familia, por su puesto, orientados por profesionales a través de las instituciones educativas', dijo Salim Guerra.

Según el concejal, las escuelas para padres serán lideradas por sicólogos y trabajadores sociales.

'Hay un grave problema en nuestra sociedad cartagenera, y es que los padres son los motivadores principales o los que inducen a que los niños bailen este tipo de canciones de una manera no adecuada para su edad', añadió el concejal.

Secretaría de Educación hizo llamado a los padres de familia

En diálogo con EL HERALDO, la secretaria de Educación Distrital, Clara Inés Sagre, dijo que, si bien las instituciones educativas juegan un papel importante en la protección de los niños y adolescentes, es fundamental el ambiente y el ejemplo que inculquen los padres de familia.

'En las instituciones educativas podemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance, como lo contempla la Ley 1620 de convivencia escolar y prevención del abuso sexual, pero no será suficiente si los niños crecen rodeados de conductas que los incitan a ejercer de mala forma su sexualidad en su vida cotidiana. La propuesta se centra en deporte, cultura y educación sexual, pero el rol de los padres de familia no puede ser dejado a un lado', expresó Sagre.

'No es la solución'

Tras la aprobación del polémico proyecto de ley, docentes como Alfonso Lara, quien en la actualidad tiene a su cargo estudiantes de bachillerato de la Institución Promoción Social, considera que este no puede ser concebido como una solución ante los múltiples riesgos de carácter sexual a las que se exponen los niños y adolescentes de la ciudad.

Según Lara, quien desde hace 42 años se desempeña como docente de ciencias naturales y educación física, en su trayectoria como educador ha 'constatado que las normas que se establecen en los colegios no son definitivas en la educación de los niños'.

'En una ocasión conocí el caso de una estudiante de séptimo grado que quedó embarazada, y se le hizo un llamado a su madre para conversar sobre la situación. Sin embargo, para nuestra sorpresa, la mamá de la jovencita dijo que lo que había pasado no tenía nada de malo. La educación sexual y las normas en los colegios tienen que existir, pero los padres de familia no pueden asumir un rol secundario con sus hijos', dijo Lara.

De acuerdo con el educador, 'muchos padres se oponen a que sus hijos reciban educación sexual', lo que también será un nuevo reto de cara a lo que plantea el nuevo Acuerdo Distrital.

Recuadro

Según quedó consignado en el nuevo Acuerdo Distrital, el objetivo del proyecto consiste en proteger a niños y niñas.

Se busca prevenir los embarazos en adolescentes, disminuir los actos violentos contra menores de edad y contra la mujer. Además, disminuir los abortos.