Entre escombros y maquinaria pesada, integrantes de pandillas del barrio Olaya Herrera, en el suroriente de Cartagena, protagonizaron una batalla campal que obligó la suspensión de las obras de pavimentación de la carrera 65, que se venían realizando desde hace dos meses.
Según los vecinos, debido al enfrentamiento entre grupo juveniles, en el que fueron utilizadas armas hechizas y bombas de fabricación artesanal, los ingenieros y obreros que realizaban la pavimentación decidieron salir de la zona desde el martes. Hoy, por temor a represalias, tampoco retornaron a sus labores.
La mañana de ayer, cansados de la inseguridad, los vecinos del sector El Progreso, en Olaya Herrera, hicieron un llamado a las autoridades para que sea garantizada la seguridad del personal que realiza la pavimentación de la calle y puedan reiniciar los trabajos.
Un vocero de la Junta de Acción Comunal del barrio Olaya Herrera, sector El Progreso, que prefirió no revelar su nombre por seguridad, dijo que las riñas entre pandillas en la zona son cada vez más frecuentes, debido a que se trata de un punto en el que convergen habitantes de diferentes sectores.
Según el líder comunal, en la zona se enfrentan, de forma recurrente, integrantes de pandillas como las Marmotas, sector La Puntilla y El Progreso. En las reyertas, según vecinos, muchas de las casas se ven afectadas al ser atacadas con piedras y otros objetos contundentes.
'El enfrentamiento más reciente entre las dichosas pandillas fue tan fuerte, que los trabajadores que estaban pavimentando la calle tuvieron que esconderse en el primer lugar que encontraron. Además, un muchacho que no tenía nada que ver en esa pelea, permanece en estado crítico, debido a que le dieron tres puñaladas unos pandilleros de La Puntilla', dijo un líder comunal.
Policía custodia la zona
Ante la preocupación de la comunidad, debido a la ola de inseguridad que motivó la suspensión de las obras que se venían realizando en la carrera 65, la Policía Metropolitana de Cartagena trasladó ayer varios uniformados a la zona, con el fin de garantizar el reinicio de las labores.
El coronel Boris Albor, comandante de esa zona de la ciudad, dijo que 'se está trabajando para garantizar la seguridad, no solo de los vecinos, sino de todos los trabajadores'.
Según Albor, la institución ha implementado el sistema de vigilancia por cuadrantes en varias de las zonas vulnerables de la ciudad, que han permitido varias capturas.
Sin embargo, al cierre de esta edición, las labores de pavimentación de la calle aún no habían sido reanudadas.
Preocupación generalizada por la inseguridad
Además del preocupante panorama denunciado por habitantes del barrio Olaya Herrera, vecinos de otros sectores de la zona sur de la ciudad también han manifestado su preocupación por la ola de de inseguridad que los azota.
Como rechazo a la violencia, en menos de una semana, habitantes de Los Caracoles, El Campestre y La Boquilla, realizaron concurridas manifestaciones, en las que elevaron su voz de protesta.
En muchos casos, como fue informado por EL HERALDO, las comunidades han instalados rejas, con dinero de sus propios bolsillos, para obstaculizar el flujo de delincuentes.