
Vecinos advierten riesgo por trabajos en arroyo de Hospital
Vecinos del sector piden al contratista que agilice los trabajos de canalización.
Vecinos del barrio Chiquinquirá, en el centro de Barranquilla, manifestaron su inconformidad por los problemas que, denunciaron, les ha causado la canalización del arroyo de la carrera 33 (Hospital). El polvo, la acumulación de aguas residuales y el cierre de las vías tienen contrariados a los residentes de este sector, que piden una solución rápida a estos problemas.
En la esquina de la calle 38 con carrera 33, epicentro de la problemática denunciada, los vecinos expresaron que la construcción de una barrera de cemento “para evitar el flujo del arroyo” no soportaría la fuerza del agua cuando empiecen las lluvias, lo que “causaría una tragedia”, según denunciaron.
“Eso que están construyendo estamos seguros de que no va a aguantar, es que no han visto la fuerza del arroyo que baja por aquí (la carrera 33). Nos da miedo de que cuando empiece a llover esto se inunde, porque con todas las piedras y basuras que trae el agua va a colapsar esa obra que están haciendo”, dijo Adán Albony, residente del sector.
Las obras, que van desde la calle 44 con carrera 29 hasta la carrera 35 con calle 17, comprenden los 2.380 metros lineales de este arroyo, que tiene un caudal de 42,8 metros cúbicos por segundo. Junto a los de la carrera 21, Felicidad y de las calles 75 y 76, es uno de los más extensos y peligrosos de la ciudad que ya se encuentran en ejecución.

El secretario de Obras Públicas de Barranquilla, Rafael Lafont, aseguró que estas obras están preparadas para aguantar “100 años” y que la población de la zona no debe preocuparse por que el arroyo se desborde. “Cuando el arroyo esté canalizado no va a chocar ni con piedras ni con residuos, por lo que disminuirá su potencia”, dijo.“La gente ve la potencia del arroyo y creen que las obras no van a aguantar, pero eso está armado para resistir”, indicó el secretario.
Según indicaron los vecinos de la zona, las obras en la esquina de la calle 38 con carrera 33 llevan cerca de tres meses, lugar en el que trabajan en la canalización con maquinaria que “levanta mucho polvo y arena”, denunciaron.
“Uno de mis hijos, un bebé de pocos meses, está enfermo por la cantidad de polvo y arena, además de las picaduras que tiene en el brazo por los mosquitos. Hay noches en donde pararse en la puerta de la casa es imposible por estos insectos”, aseguró Gina Barros, vecina del sector.
Además, personas de la tercera edad y trabajadores del sector le contaron a EL HERALDO que su movilidad por la zona se ha visto afectada, ya que deben subirse a los muros de concreto de la obra y a montañas de arena para lograr salir de sus casas. Asimismo, aseguraron que se han caído en varias ocasiones y que se han presentado casos de personas que han sufrido lesiones por resbalar en el lugar de la obra.
“La verdad es que los más afectados con esta situación somos nosotros. Esto acá es crítico. Me he caído tres veces por el estado del terreno”, expresó Esteban Bellojín, quien trabaja transportando mercancías en un taller de carpintería cercano.