
El desplome de un grande en la historia del cine barranquillero
Luego de 83 años de historia la edificación está siendo demolida para dar paso a la construcción de una zona comercial. Cantantes de tango, artistas internacionales y las mejores películas pasaron por este escenario que fue icónico.
Las míticas paredes que fueron testigo de incontables carteleras de cine, ochenta y tres años después, apenas soportan su propio peso. Desde la distancia se observan obreros realizando sus labores de demolición de lo que fueron las icónicas salas de cine, mientras grandes cantidades de escombros se amontonan en la transitada esquina.
El sol resplandeciente y sofocante de la ciudad ha sido testigo, con el paso del tiempo, del auge y declive que ha tenido el antiguo Teatro Murillo, ubicado en la carrera 44 con calle 45.
En medio del comercio y el barullo de los carros, sobresale la deteriorada edificación diseñada en 1940 por el arquitecto Manuel José Carrerá Machado, un joven cubano que para la época se había convertido en uno de los padres de la arquitectura en Colombia con obras como: el edificio de la Scadta (Centro comercial Avianca) y el Jardín Águila (Banco de la República), entre otros.
La historia de Teatro Murillo se remonta al año 1938 cuando la familia Correa decide vender un lote baldío a la empresa Cine Colombia S.A, por un valor de 15 mil pesos. Posteriormente, el arquitecto cubano Manuel José Carrerá fue designado para diseñar la estructura, influenciado por el estilo Art Decó, muy común en su país de origen y en la ciudad de Miami Beach.
Después de un centenar de proyecciones, en el año 1965 se decide transformar el teatro, el cual pasó de tener una sala a tener dos; este cambio llevó a que muchos barranquilleros empezaran a conocerlo como Cinemas 1 y 2. Con la remodelación, uno de los aspectos más deslumbrante fue la incorporación de aire acondicionado a las salas de proyección que tenían capacidad de albergar 1.700 espectadores.
“Los cines en Barranquilla empezaron siendo de barrios. Había funciones de matiné, vespertinas y nocturnas. A comienzos de siglo XX, la gente iba muy elegante. Ya en la época de los 70 los jóvenes íbamos al teatro Capri, al ABC, Metro o al Cinerama 84”, contó el productor de televisión y docente de la Universidad del Norte, Alfredo Sabbagh.
Por su parte, Jaime Quiróz, habitante del sector, recordó la ocasión en la que le tocó hacer fila para poder ver una de sus películas favoritas ‘Scarface’.

La industria del cine en Barranquilla fue adquiriendo más fuerza a tal punto que en la mayoría de los sectores de la ciudad se podían encontrar teatros como Apolo, Rex, Teatro Capri, Teatro Cisneros, Teatro Metro y Teatro Colón, de los más sonados.
De igual manera, grandes personajes del cine se dieron cita para ofrecer sus espectáculos en las salas de cine, como fue el caso de Mario Alfonso Moreno Reyes, conocido como Cantinflas, quien en 1943 visitó Colombia por primera vez, arribando hasta las instalaciones del Teatro Colón en Barranquilla.
Otro de los anfitriones que llegó a La Arenosa, en el Teatro Murillo, fue Zoraida Marrero, cantante y actriz cubana, quien era muy famosa para ese tiempo y deslumbraba a más de un barranquillero con sus canciones.
Amanda Ledesma, la diosa del tango, también hizo parte del grupo de artistas que llegaron a la ciudad para presentar su show en los distintos escenarios.
Con el transcurrir de los años, los Cinemas se convirtieron en el teatro cerrado que ofrecía sus servicios durante el día, mientras que los teatros abiertos solo atendían en la tarde o en horas de la noche.
“Los Cinemas de Murillo fue un teatro que tuvo su historia, fue quizás uno de los más importantes de la historia del cine cerrado en Barranquilla”, dijo el historiador Dalin Miranda.
Hasta estas salas de cine llegaban las películas más populares de la época y miles de barranquilleros se reunían para pasar un rato agradable.
“Recuerdo que para esos tiempos los jóvenes frecuentaban mucho los teatros Rex, Apolo y Murillo que era como el más central. Allí pasaban las mejores películas”, sostuvo Ramón Coronel Polo, residente del sector cercano al antiguo Teatro Murillo.
Allí, también se escribieron historias de amor que jamás se transmitieron en la pantalla grande y aún permanecen en la memoria de los ciudadanos.


Con entusiasmo y quizá un poco de picardía, la barranquillera Martha Alicia recordó cuando era una niña y sus padres no le permitían asistir al cine.
“Mis papás no me dejaban ir al teatro; sin embargo, yo me escapaba para encontrarme con mi novio en los Cinemas, cuando para esos tiempos en Barranquilla casi todos los barrios tenían un teatro cerca”, agregó.
Explicó que durante esos años era muy común que los jóvenes asistieran a los Cinemas porque era el plan ideal para salir con sus parejas.
Otro de los recuerdos fue contado por la ciudadana Berenice Osorio, quien dijo que para la época los Cinemas eran el alma de la Murillo. “Eso se llenaba de mucha gente”.
Manifestó, además, que sería una muy buena opción si este escenario lo remodelaran y habilitaran nuevamente para que las personas vuelvan a utilizarlo.
“Muchos barranquilleros no tuvieron la oportunidad de ir a un teatro o un cine de este estilo, sería bueno si volviera a entrar en funcionamiento”, sostuvo.
El desarrollo tecnológico y el crecimiento de la ciudad fue desplazando a los Cinemas a tal punto que en el año 2002 se proyectó la última función y desde entonces comenzó la decadencia de las dos salas de proyección como teatro y cine en la ciudad de Barranquilla.
Hoy el antiguo edificio que albergaba las dos salas de cine está siendo demolido para darle paso a una zona comercial. Los trabajos comenzaron en septiembre de 2022 y fueron suspendidos en diciembre tras el colapso de una parte de la estructura.
Con esto se le da fin a muchos años de historia, que ahora solo serán un recuerdo para los barranquilleros.
Los teatros que funcionaron durante el ‘boom’ del cine en Barranquilla
Teatros como Apolo, Rex, Teatro Capri, Teatro Cisneros, Teatro Metro y Teatro Colón, fueron de los más sonados.




