La “eterna espera” por un órgano en donación
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, en Atlántico hay 69 personas esperando a ser trasplantados. En Colombia hubo 418 donantes durante 2018.
Por más de 20 años María Torregroza Jiménez laboró como docente del Magisterio colombiano enseñando a niños vulnerables del país. Al cumplir la edad para pensionarse empezó a disfrutar de los frutos de toda una vida de trabajo; sin embargo, una cirrosis hepática, sumado a una insuficiencia renal crónica cambiaron su vida.
Su única esperanza de vida es que se le realice un trasplante combinado del hígado y riñón, el cual está esperando desde 2017, cuando después de tantas luchas, se le autorizaron los trasplantes de dichos órganos.
“Fui internada en la Clínica General del Norte en cuidados intensivos e intermedios por más de 50 días, debido al proceso degenerativo natural de la enfermedad” recordó la educadora de 69 años. Aseguró, además, que el sistema de salud del magisterio es “muy malo, especialmente el de Barranquilla”.
María asegura que el proceso de protocolo de trasplante es bastante “tortuoso”, ya que implica un sin número de estudios prequirúrgicos, pruebas físicas, análisis y pruebas de compatibilidad, que se realizan en un tiempo aproximado de 40 días continuos, con el fin de entrar en la conocida “lista de espera” para el trasplante.
“Los especialistas en cirugía de trasplante indican que el procedimiento quirúrgico en la eventual aparición de un donante de órganos puede realizarse a cualquier hora del día o de la noche, hay que estar 24 horas disponible, con los celulares a plena disposición de contestar, en este caso un hígado debe trasplantarse a máximo 6 horas después de aparecer el donante según los especialistas”, señaló Torregroza Jiménez.
De acuerdo con el INS a corte de 31 de diciembre de 2018 en la Regional 5 de la Red de Donación y Trasplantes (que incluye Atlántico, Bolívar, Magdalena, Sucre y La Guajira), se tenía una lista de 131 pacientes en espera de un riñón y 37 pacientes en espera de un tejido ocular.
Específicamente en Atlántico, durante 2018, 63 personas se encontraban a la espera de un trasplante de riñón, mientras que 6 personas estaban esperando uno de hígado.
A nivel nacional, según el INS, durante 2018 se tenía una lista de 1.380 pacientes en espera de un tejido ocular y un total de 2.833 pacientes en espera de un órgano.
El Instituto explicó que una vez el paciente esté incluido en Lista de Personas en Espera de Donación (LED) para trasplante, el proceso de distribución y asignación de órganos para el procedimiento obedece a criterios técnicos y científicos de asignación de órganos establecidos en los Consensos de Asignación de Componentes Anatómicos. Dichos conceptos se encuentran publicados en la página web del INS.
Según el secretario (e) de Salud del Atlántico, Hernando Viloria, la Gobernación ha logrado habilitar clínicas trasplantadoras en el departamento, con el fin de que se facilite los trasplantes a los pacientes. “Ya no es necesario viajar a otra Región para un trasplante y esto genera bienestar para el paciente y su familia, ya que se disminuyen los costos”, explicó el funcionario.
¿Y los donantes?
En Colombia, durante 2018, se obtuvo un total de 418 donantes reales de órganos, lo que indica una disminución del 4% en el total de donantes obtenidos en el país en comparación con el año 2017.
De acuerdo a cifras entregadas por la Secretaría de Salud de la Gobernación del Atlántico, en el departamento se presentaron 23 donantes vivos durante 2018 y 29 cadavéricos. Estas cifras representan un aumento en ambos tipos de donantes, debido a que en 2017 los donantes vivos fueron 16 y los cadavéricos 13. (Ver infografía)
Trasplantes. Según las autoridades de salud del Atlántico, durante el año pasado se realizaron 52 trasplantes renales, 82 trasplantes de riñón, 215 trasplantes de corneas, 18 trasplantes de médula ósea.
A nivel nacional, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud, en 2018 se realizaron más de 1.020 trasplantes de órganos en las diferentes ciudades del país.
Los mitos
La doctora Nelly Beltrán López, Coordinadora de Trasplante de la Universidad de Barcelona, explicó que existen muchos mitos sobre la donación de órganos.
Sostuvo que la donación de órganos y tejidos es un acto altruista y voluntario, en donde la familia del donante no recibe ningún tipo de remuneración. “Toda la gestión de la donación de órganos y tejidos tienen un registro a nivel nacional liderado por el INS”, precisó.
La experta señaló que existe el mito de que las religiones se oponen a la donación de órganos y tejidos. No obstante, explicó que la mayoría de las principales religiones del mundo aceptan y promueven la donación y lo ven como un acto de “bondad, humano, caritativo y solidario hacia otro ser humano”.
La galena aseguró que todas las personas pueden donar órganos y tejidos. “La donación no tiene límite de edad, es falso que si se está en una edad muy avanzada no se puede donar los órganos”, señaló.
Asimismo, señaló que la cirugía de donación de órganos, así como el trasplante del órgano o tejido, solo es posible que sea realizado por médicos especialistas, en entidades acreditadas y con un “altísimo” recurso tecnológico para este tipo de procedimientos.
“Si pudiera volver a donar lo haría las veces que fuese necesario”. Así lo manifiesta Juan José Jaramillo, quien en 2013 fue donante de médula para su hermano, quien en ese momento padecía una leucemia crónica que lo obligaba a recibir ese tipo de tratamiento.
Contó que de seis hermanos él fue el que resultó más concordante, con un 99,9% de compatibilidad. “Nos demoramos prácticamente un año en la preparación de cómo sería el trasplante. Inicialmente me colocaban unas inyecciones en el abdomen para reproducir células madres y dolían un poco”, recordó.
Precisó que el trasplante se realizó en Bogotá y días previos se sometió a rigurosos exámenes para la preparación del proceso. “Todo duró más o menos ocho horas, en donde estuve pegado a una máquina y luego el trasplante a mi hermano fue cuestión de minutos. Pasamos a un cuarto estéril y se hizo el trasplante de las células”, indicó Jaramillo.
La felicidad es incomparable, cuenta Juan José, quien señala que fue toda una bendición poder contribuir a la salud de su hermano mayor.
Carlos Alberto De la Hoz Fontalvo recibió en 2017 un trasplante de hígado.
Él y su familia se aferraron a esta posibilidad de vida y cuenta que hasta el momento su salud ha mejorado luego del procedimiento.
“Yo vivía con retención de líquidos, vivía complicado, me daba encefalopatía y prácticamente vivía hospitalizado”, recordó el hombre.
Carlos aconseja a las personas que se encuentran a la espera de una donación que tengan paciencia hasta el momento de la cirugía.
“Sé que las familias y el paciente se desesperan, porque si no te funciona un órgano es muy difícil estar bien, pero una vez ya somos operados la vida cambia por completo”, manifestó el paciente trasplantado.
Hoy Carlos asiste periódicamente a los controles necesarios por el trasplante, pero eso no es impedimento –sostuvo– para llevar una vida “normal. “Vivo una vida normal, vivo como cualquier otro, pero siendo muy cuidadoso”.
Todos somos donantes
La Ley 1805 de 2016 establece que cualquier colombiano que en vida no haya expresado por escrito su negativa de donar órganos es un potencial donante. La Ley, que reemplaza a la de 1988, ratifica la exclusión de los familiares de la decisión de donar, pues ahora solo podrá hacerlo cada persona. Quien no quiera donar lo debe declarar ante un notario público y enviar una carta al INS y la segunda manera es informarle a la EPS a la que esté afiliado, su negativa de donar. Si la persona no deja constancia de no ser donante, los familiares no podrán oponerse a la utilización de los órganos o los tejidos, excepto para el caso de los niños.
