Intervención en 5 plazas de mercado: 16 meses de espera

El colorido que ofrecen las mandarinas, junto al aguacate, los gajos de uvas, las pirámides formadas por manzanas verdes y rojas; se contrastan con la calle polvorienta, el ruido del tráfico, los malos olores, pozos de agua estancada y los indigentes que a su paso van recogiendo los desechos que invaden la avenida. 

Es una escena frecuentes en el mercado, y que no coincide con el sitio donde se exhiben alimentos a la intemperie.  Ya han pasado 16 meses, desde la adjudicación de obras, que cambiarían este escenario, y aún los vendedores siguen a la espera. 

Es un poco antes de las 10:00 de la mañana, y Misael Miranda, aún le quedan muchos ramos de cilantro y cebollín por vender, pero no se inquieta, él conoce mejor que nadie a Barranquillita y sabe que cada día el mercado se mueve a un ritmo diferente. 

“Son 40 años vendiendo verduras, y también es bastante tiempo el que hemos tenido que esperar para que la situación mejore, para que la gente vuelva al mercado como antes”.

Antes, se refiere a la época donde el auge de los supermercados no había invadido a la ciudad, cuando la dinámica de sus habitantes obedecía a las costumbres y tradiciones, y estas mismas los trasladaban a estas plazas populares, convertidas en un escenario donde interactuaban compradores y vendedores alrededor de las hortalizas, legumbres y especias.  Así lo resume el sociólogo, Segismundo Elías Ceballo.  

Precisamente, una compradora, dice que su gusto por las plazas de mercado, obedece a las costumbres familiares. 

“Mi mamá y mi abuela venían todas las semanas con un canasto a comprar las frutas y verduras. Yo hace rato no venía, porque  el lugar resulta cada vez menos atractivo”, señaló Indira López. 

Plaza de mariscos 

En el mercado de mariscos, los mesones donde alistan el pescado, luce desgastado, agrietado, la oscuridad se sortea con improvisados cables de energía que ofrecen conexión a los diferentes puestos. 

“Los problemas de salubridad son criticos, teniendo en cuenta que aquí se manipulan alimentos que fácilmente se descomponen, no hay alcantarillado  y eso nos ha traído roedores. Llevamos años esperando soluciones por parte de la Alcaldía”, señaló Rafael Bonilla, un vendedor que lleva  25 años en esta plaza. 

Plaza el Playón

Los comerciantes y vendedores de El Playón en su mayoría superan los 20 años haciendo parte del comercio, ellos coinciden en que sus necesidades han quedado al olvido, a pesar que desde hace “un año” se les está prometiendo una intervención para mejorar sus condiciones laborales. 

“Los mercados están abandonados, han hecho muchas propuestas, pero no las han cumplido, tenemos dificultades de alcantarillado, y de seguridad. La gente que viene, lo hace con miedo”, señaló Fabio Rodríguez, uno de los 704 vendedores de verduras, de El Playón. 

Plaza La Magola 

Son más de 50 años de tradición las que rememorá Patricia Carbó, en su local, ubicado en La Magola, mercado reconocido por la venta de condimentos y especias. 

“Estoy caída con los arriendos, las ventas están malas, la gente no quiere venir al mercado. Hay muchos atracos, y las condiciones que tenemos los comerciantes son muy difíciles”, precisó. 

En esta plaza se ubican 340 vendedores. 

Plaza Miami 2

Entre calles 30 y 32 con carrera 45 se ubica esta edificación donde la mayoría de sus locales no están funcionando, según informó Mariselda Peréz, una comerciante que lleva 22 años en este oficio y a quien le ha resultado difícil continuar con su negocio, debido a las  situaciones adversas que ha tenido que enfrentar. 

“Muchos vendedores prefirieron cerrar. Yo pago  $100 mil por administración y esa plata no se nota”. 

La transformación de las plazas de mercado, hacen parte de una iniciativa de la actual administración distrital, trabajos que fueron adjudicados en septiembre de 2017, a pesar de esto, la obra no ha avanzado como los comerciantes esperaban. 

Según el Distrito la recuperación consiste en la rehabilitación y el mejoramiento de las plazas de mercados públicos, de las once que existen en Barranquilla, solo cinco serán intervenidas. A pesar que cuando se presentó el proyecto se habló de siete. Según el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Henry Cáceres la lista actual comprende los mercados: La Magola, EPM, Miami 2, El Playón,  y Barranquillita. 

“Revisando las condiciones de los mercados, concluimos que estos son los que están más deteriorados”, dijo Cáceres.

El funcionario añadió que el proceso, ya ha sido socializado en las plazas, y que antes de iniciar cada una de las obras se debe garantizar que los vendedores no interrumpan sus labores y no les causen traumas. 

Igualmente destacó que en el mercado EPM en el antiguo edificio de empresas públicas municipales, ubicado en la calle 30 entre carreras 32 y 45 ya se ha puesto en marcha. Esta plaza que fue añadida al proyecto y que deja por fuera al mercado de Mariscos, inició el proceso con la reubicación  del  personal de los negocios. 

“Revisamos y nos dimos cuenta que EPM eran 407 locales, mientras que en el marisco son 66, entonces concluimos que el impacto era mucho mayor y que habrían más beneficiados”. 

En EMP se elaboraron 170 módulos provisionales en estructura metálicas, haciendo las veces de locales. 

“Las condiciones que teníamos eran criticas, ahora estamos esperando un permiso para terminar de adecuar el sitio donde nos reubicaron, para que puedan empezar las obras”, explicó Hernán Roca, comerciante y asistente administrativo del mercado EPM. 

Detalles de la obra 

La obra de infraestructura contempla la intervención de aproximadamente 28.200 metros cuadrados, donde se encuentran ubicados un total de 2.875 locales. La inversión proyectada es de $19 mil 530 millones. 

Las obras consistirán principalmente en la reparación de las cubiertas, pisos, pintura interior, fachadas, mejoramiento de columnas, construcción de baños, trabajos de impermeabilización y mejoramiento de los drenajes del techo, cambios de redes hidráulicas, instalación de tanques de agua, sistema contraincendio, plantas eléctricas, iluminación con tecnología led entre otras.

El adjudicatario de la obra es el Consorcio Barranquilla CAN 2017, conformado por la sociedad  Consultoría e Imagen S.A.S. con un porcentaje de participación del 40%, la sociedad Agopla S.A.S. con un porcentaje de participación del 40% y Néstor Orlando Miranda Castro con un porcentaje de participación del 20% (todos de la ciudad de Bogotá).

Aunque la Alcaldía no ha revelado la fecha de inicio en el resto de las plazas, y tampoco su plazo para finalizarlas, una fuente del Distrito dijo que la obra deberá estar culminada principios del 2020.