INS: Niños de la Costa, con altas deficiencias de zinc y vitamina A
La Encuesta Nacional de Situación Nutricional evidencia que en la región Caribe el 35,8% de los menores entre 1 y 4 años tienen deficiencia en Vitamina A. En el país, 25 de cada 100 niños tiene anemia.
El Instituto Nacional de Salud (INS) reveló días atrás los resultados de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional en el que se detalla y se evidencia qué tan bien o mal nutridos están los colombianos, con respecto a la calidad de alimentos que consumen habitualmente.
A través de muestras de sangre realizadas en 2015, el instituto analizó las vitaminas y minerales en niños y mujeres embarazadas para conocer su desarrollo y las posibles deficiencias en micronutrientes fundamentales para el crecimiento como lo son el hierro, la vitamina A y el Zinc.
Las deficiencias en estos últimos dos nutrientes, esenciales para el desarrollo de las nuevas generaciones, dejó mal parada a la región Caribe, incluyendo San Andrés Islas y Providencia, en donde se registra altos niveles de deficiencia en Vitamina A y Zinc entre niños de 1 a 4 años.
De acuerdo con las cifras del INS, el 35,8% de los menores entre 1 y 4 años de la Región Caribe tienen deficiencia en Vitamina A, más de 7 puntos porcentuales por encima de la región Pacífica, segunda en el ranking con el 28,3% de deficiencia en esta vitamina. (Ver infografía)
En el estudio también se revela que la deficiencia en este nutriente es mayor en las zonas en donde los índices de pobreza son más altos y que la región que menos padece esta deficiencia es la región oriental.
En el caso del Zinc, la encuesta reveló que el 40,7% de los menores entre 1 y 4 años de la región Caribe tienen deficiencia en micromineral, ocupando el primer lugar en el país, seguido por la región Orinoquía-Amazonía con el 39,7%. y la región Oriental con el 38,4%.
Las consecuencias. Según el INS, estas vitaminas y minerales son necesarios para realizar importantes funciones fisiológicas y su deficiencia puede ocasionar graves afectaciones a la salud y al bienestar. Asimismo, contribuyen a mantener la salud y un estado nutricional adecuado, además de mejorar la situación socio económica de las poblaciones.
El instituto resalta que los adultos que sufrieron estas deficiencias cuando niños, tienen un ingreso 20% menor al de aquellos que no la presentaron. “Un país puede perder entre 2-3% del PIB como resultado de la deficiencia de hierro, yodo y zinc”, advierte el INS en su informe.
De acuerdo con Hernando Baquero, médico y decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte, el estudio del INS demuestra que la nutrición de la región no es adecuada, completa, balanceada y suficiente para la población.
Baquero manifestó que teniendo en cuenta las diversas fuentes de alimentos que existen en la región, que está rodeada de costa y de tierras fértiles para producir, es “triste” que la población tenga este tipo de carencias nutricionales.
“Este tipo de déficit de nutrientes impacta el desarrollo de las personas y de la sociedad. En el caso de la vitamina A está asociado con el desarrollo de la visión y el zinc se asocia con la cicatrización de heridas”, explicó el experto.
De igual forma, señaló que las vitaminas, en general, y los oligoelementos son sustancias que se necesitan para el desarrollo de los individuos.
Las preocupaciones. Martha Ospina, director del Instituto Nacional de Salud, indicó que la encuesta Nacional de Situación Nutricional coloca al país frente a un desafío en materia de salud pública, lo que obliga a fortalecer temas como la lactancia materna durante los primeros tres meses de vida y también a tener una adecuada alimentación complementaria.
“Todavía hay muchas familias sin una alimentación suficiente, digna y adecuada desde el punto de vista nutricional, pues los alimentos con proteínas y nutrientes claves como hierro, calcio y Zinc son los más costosos y son todavía más inalcanzables para las familias más pobres o de origen étnico”, sostiene la directora de la entidad.
Según Ospina, el estudio define que las economías de países con condiciones nutricionales como las de Colombia, deben promover la seguridad nutricional mediante una combinación de acciones intersectoriales lideradas desde el Estado y acompañadas de herramientas que ya han sido implementadas en otros países y que deben adecuarse a nuestro contexto.
Otra de las preocupaciones nutricionales, específicamente en Barranquilla, es la del síndrome metabólico, que es un conjunto de condiciones médicas que se relacionan con el incremento del riesgo a desarrollar diabetes, enfermedades coronarias y enfermedades cerebro vasculares.
Según un estudio de la Universidad del Norte, Barranquilla presenta alta prevalencia de este síndrome, teniendo en cuenta que 39 de cada 100 barranquilleros lo padece.
Tania Acosta, experta en salud pública, explicó que a medida que consumimos comidas con más grasas se aumenta la prevalencia del síndrome metabólico. “Entre los síntomas que compone el síndrome metabólico está el tener un aumento en el perímetro de cintura tanto en hombres como en mujeres, tener niveles de colesterol altos y de triglicéridos altos. Además, se tienen niveles de glucosa altos, los que tengan tres o más características se considera que tienen síndrome metabólico y más adelante se puede transformar en una hipertensión por ejemplo”, señaló Acosta.
