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Desde su aparición en Wuhan (China), a finales de 2019, el nuevo coronavirus ha sufrido una serie de mutaciones o cambios en su código genético en medio de su recorrido por distintos países.

El proceso de 'transformación' de este enigmático virus –que ha puesto en jaque a la sociedad actual– se ha acelerado debido al desconocimiento de su forma de actuar y la rápida propagación que ha tenido, al punto que ya suma más de 93 millones de personas infectadas.

De esta forma, el coronavirus que empezó a circular en aquella región china no es el mismo que llegó a Colombia en febrero del año anterior. El virus que arribó al territorio colombiano corresponde a una secuencia genética perteneciente a la segunda generación de una cadena de transmisión que inició con un caso importado originado en España.

Así se pudo definir al obtener la primera secuencia del genoma de SARS-CoV2 que circula en el país. A partir de ese episodio, el virus ha seguido transformándose, al punto de que en todo el país se han encontrado 29 linajes, de los 823 que a la fecha se han reportado en el mundo.

Dichos linajes, como se conocen en el lenguaje científico, corresponden a 'presentaciones' del virus que ha sufrido cambios –con respecto a su ancestro– a causa del ambiente y las presiones ejercidas entre cada ser humano que participa en la cadena de transmisión.

En el marco de su proceso de vigilancia genómica, el Instituto Nacional de Salud ha detectado la circulación de al menos seis linajes del nuevo coronavirus, los cuales son los 'responsables' de los 104.588 contagios que se han reportado en el departamento durante los últimos diez meses.

'En el departamento se han identificado 13 secuencias que corresponden a 6 linajes, de los cuales algunos estarían más extendidos que otros. En el Atlántico aún no sabemos cuál es la variante predominante debido a que se debe seguir con los estudios pertinentes', explicó Homero San Juan, doctor en microbiología e inmunología.

El también docente de la Universidad del Norte indicó que la infección continúa siendo la misma y que la variación –en gran parte de los casos– corresponde a una mayor afinidad que, a la postre, se traduce en un ingreso con facilidad al ser humano.

'Los linajes que se han encontrado en el Atlántico no tienen ninguna diferencia con los que circulan en el país; se espera que a medida que vaya pasando el tiempo nuevas mutaciones aparezcan', agregó el experto.

Para Roberto García-Álzate, coordinador del Laboratorio de Investigación en Biología Molecular de la Universidad del Atlántico, no existe evidencia que confirme las hipótesis de que algunos linajes son más agresivos que otros, al menos en lo que respecta al actual panorama en el país.

'Se han propuesto hipótesis, pero no son demostradas en estudios epidemiológicos o poblacionales. No podríamos decir que uno es mas infectivo que otro. Todo depende de las comorbilidades y las respuestas inmunológicas de cada paciente', explicó el doctor en Ciencias con mención en biología celular.